viernes, 8 de agosto de 2014

Lenguaje y Poder: los insultos de clase que debemos reivindicar en Venezuela. Por: Fabricio Ernesto Martorelli



"...con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar..." José Marti
Toda acción humana, con fines comunicativos o no, está mediada por el lenguaje, desde la abstracción más simple a la elaboración más compleja del pensamiento, son posibles en tanto asociamos cada idea a palabras, que a su vez representan imágenes, según nuestros anclajes referenciales, conceptos y convenciones de las mismas.
Así mismo las relaciones de poder, establecidas sobre la base material de la propiedad y de la división de la sociedad en clases, se asientan y sostienen desde los usos del lenguaje y la enunciación del discurso.
Cuando Ferdinand de Saussure dejó a un lado el estudio diacrónico de la evolución de la lengua para, en su Curso de Lingüística General, 1 centrarse en las connotaciones de un estado particular de la lengua (estudio sincrónico), su carácter etnográfico y su contexto social y cultural; el entendimiento semiológico en Occidente dio un salto fundamental. A partir de allí surgieron grandes aportes, desde Lévi-Strauss2 y los estructuralistas, hasta Foucault3, pasando también por la escuela norteamericana a partir de la teoría tríadica del signo fundada por Charles Peirce4.
En la Venezuela de Hugo Chávez, personaje que sin duda marca un antes y un después en la historia política de la región, muchas cosas cambiaron, entre tantas el estado de lengua en tanto al significado de varios signos que fueron resemantizados. Chávez tal vez nunca leyera a Saussure o Charles Pierce, pero este gran comunicador innato, hacía uso casi perfecto del poder de su lenguaje, sabiendo entender y sentir el entorno cultural al cual enunciaba su discurso. El carisma de este gran líder, en parte se debe a su forma lúdica de comunicarse. Palabras como escuálido, majunche, pitiyanqui, guarimba; frases como "you are a donkey mister danger", "la rabo e cochino", "huele a azufre"5, entre otras, revolucionaron nuestros mapas conceptuales haciéndose parte de un nuevo imaginario colectivo.
Como el lenguaje es una de las formas de sostenimiento del poder, la clase opresora y los sectores privilegiados no tardaron en responder a las "grotescas" y "populachas" formas de este particular presidente, que con firmeza se proponía atender a los excluidos de siempre. El miedo a perder sus privilegios se tradujo desde los primeros días del gobierno de Chávez, en una ira desatada contra los sectores populares. De hecho, se siente aun en las calles, en la terminología con que, fundamentalmente, las capas medias (abstracción ilusoria y disociada de quien siendo oprimido piensa como opresor) se dirigen al chavismo, dan cuenta en el plano del folklore de otra expresión de la lucha de clases en Venezuela.
Los aparentes insultos van desde: "Tierruo", "Pata en el suelo", "barriotero", marginal, resentido y desadaptado social, hasta "Chabestia" y "Comunista". La cadena de asociaciones6 que solemos hacer al escuchar algunas de estas palabras, nos llevan a reaccionar, sintiéndonos ofendidos, pues nuestra educación, de fuertes connotaciones burguesas, ha hecho que sintamos desprecio por la clase a la que pertenecemos. Sin embargo, muchas de estas palabras se enuncian desde ese desprecio, como expresiones de la lucha de clases, las hemos de retomar y reivindicar precisamente para profundizarla y develarla aun más. Veamos:
1. "Tierruo(a)": De la tierra, del latín terra, su raíz protoindoeuropea es "ters" que significa seco u opuesto a la naturaleza del agua. Su uso despectivo en este contexto cultural aduce pobreza y marginalidad, sin embargo, ¿Quién puede ofenderse por venir de la tierra? si de barro somos, y hemos de hacernos conscientes de la tierra que pisamos. Dejémosle lo "celestial" a ellos y lo terrenal a nosotros.
2. "Pata en el Suelo": Expresión directa de una condición social, del que no tiene ni para un par de zapatos, de los descalzos y harapientos, condición material que cada vez se ve menos en nuestro país. No obstante, la podemos resignificar como "tener los pies en la tierra", tener consciencia del momento y lugar donde vivimos, y no "vivir en el aire" en la fantasía que los disocia. De esta manera, sin duda, somos nosotros los “pata en el suelo”.
3. "Barriotera(o)": Que viene del barrio. Aquí actúa la vergüenza social inducida por los medios, escuela y otras instituciones de la sociedad civil. Recuerdo que un compañero del barrio "Pueblo Nuevo" en Mérida, cuando niño su familia le pedía que no dijera que vivía allí, sino entre la Avenida 2 y la Avenida Las Américas. Deslastrase de este prejuicio burgués implica reivindicar el barrio. Como lugar donde no todo es lindo, pero donde ocurren cosas maravillosas y viven cientos de mujeres y hombres dignos.
4. "Resentido(a) social": Resentimiento es sentir una y otra vez (re-sentir), sentir del latín sentire, percepción de todos los sentidos. Raíz indoeruopea sent que significa ir adelante, tomar una dirección. Precisamente con la percepción de todos nuestros sentidos, sentimos, una y otra vez las injusticias sociales que nos indignan y nos mueven nuestra sed de venganza. Nosotros somos así, bien re-sentidos, ante los fenómenos sociales, que ellos omiten, ignoran o naturalizan. Es decir, nosotros resentidos y ellos asentidos.
5. "Desadaptada(o) social": Que no se adapta a la sociedad, del latín adapto compuesto de ad (hacia) y el verbo apto (adecuar, ajustar, preparar) hacer apto. Justamente lo que mueve a un revolucionario es su negación de adaptarse a los ordenes establecidos, en tanto injustos e inhumanos. En la sociedad capitalista adaptarse, sería en primer lugar negarse como clase, y luego omitir o hacerse de la vista gorda a las desigualdades sociales. Para combatir este sistema, el que se adapta pierde.
6. "Comunista": Seré breve, sencillamente el mayor elogio que pueda recibir un revolucionario.
Finalmente, la reflexión que pretendo hacer, es a la necesidad de liberarse de muchos prejuicios burgueses que se han impregnado en nuestra cultura, llevándonos a sentir vergüenza incluso de lo que somos.
*Fabricio Ernesto: chavista, tierruo, resentido y desadaptado social, estudiante del programa de estudios abiertos en Comunicación Política (UPTM).
Notas:
1.- En 1906 la universidad de Ginebra le encargó a Ferdinand de Saussure (Lingüista Suizo reconocido como el padre de la lingüística estructural) dictar un curso de lingüística general 1906 -1911, tema que hasta allí no había desarrollado a profundidad y sobre el que nunca publicaría nada. No obstante en 1913, luego de la muerte de De Saussure, sus discípulos colegas reconstruyeron las notas y apuntes y lo publicaron en 1916 con el nombre "Curso de Lingüística General".
2.- Claude Lévi-Strauss (1908-2009), antropólogo francés, fundador de la antropología estructural basada en la lingüística homónima de Saussure.
3.- Michael Foucault (1926-1984) historiador, psicólogo, teórico social y filósofo francés. Reconocido entre tantos méritos, por sus aportes a las relaciones del Poder, el conocimiento y el discurso.
4.- Charles Sanders Peirce (1839-1914), Filósofo, lógico y científico estadounidense. Es considerado el fundador del pragmatismo y el padre de la semiótica moderna.
5.- El 20 de septiembre de 2006 el Comandante de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, indicó que  la participación del para entonces presidente de los Estados Unidos, George Bush,  en la asamblea general de la Organización de las Naciones Unidas había dejado un olor a azufre y lo comparó con el Diablo.
6.- Charles Peirce, llamo Semiosis ilimitada a la posibilidad de a partir de un signo realizar una cadena de asociaciones que finalmente no están ligadas estrechamente al primer signo.
Referencias Bibliográficas:
1.- De Saussure, Ferdinand (1945), Curso de Lingüística General, 24ta Edición, Buenos Aires, Editorial Losada
2.- Cobley, Paul y Jantz, Litza (1997), Semiótica para Principiantes, Buenos Aires, Era Naciente SRL.
3. Wisserman, Boris y Groves, Judy (2002), Lévi-Strauss para Principiantes, Buenos Aires, Era Naciente SRL.
4.- Foucault, Michael (1996), De Lenguaje y Literatura, Barcelona - Buenos Aíres - México, Ediciones Paidós.
5.- González Sebastián (2009) Lenguaje y poder: entre consignas y acciones sobre acciones, Universidad Javeriana, Medellín - Colombia.
5.- Diccionario de la Real Academia Española
6.- Sitio web http://etimologias.dechile.net/

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