Por Xavier Rodríguez*
A lxs
comunerxs que participaron en el 1er campamento comunicacional de comuneros en
San Antonio de los Altos, por su poderosa capacidad de transformación.
Un sistema de comunicación comunero
que no reproduzca la lógica del capital y la cultura del espectáculo, que no
busque restaurar el capitalismo, por el contrario, que se convierta en su ángel
exterminador.
Un sistema de comunicación que
no sea un fin en sí mismo, que defienda y construya la comuna desde sus
planteamientos y acciones, desde su espacio tiempo comunero, que el socialismo
sea carne y verbo.
Un sistema de comunicación
integrado por comuneros y comuneras, por activistas debidamente formados al
calor de las luchas, coherentes entre el decir y el hacer, eficaces y cuidadosos
con respecto a la defensa de la revolución bolivariana, suspicaces ante
cualquier forma de infiltración enemiga en las filas revolucionarias por parte
del imperialismo.
Un sistema de comunicación
no partidista, aunque sus militantes provengan de las bases de los partidos
aliados de la revolución bolivariana y de los movimientos sociales de toda Nuestra
América.
Un sistema de comunicación
amplio, con apertura de criterios y métodos eminentemente populares, no
sectario, que busque sumar colectivos e individualidades como una forma de aniquilar
a las cúpulas y oportunistas que desvirtúan el poder.
Un sistema de comunicación que
construya un discurso germinado en la verdad, eminentemente parresiasta, crítico,
dador de la nueva hegemonía comunal.
Un sistema de comunicación
que nace de la subjetividad chavista, del nuevo sujeto histórico encarnado en
el marco de una crisis medioambiental sin precedentes. Un sujeto ético con
voluntad de poder, mujer y hombre nuevo necesarios para ejercer la revolución global.
Un sujeto ético que reconstruye la espiritualidad necesaria para transformar
cada día la revolución con una capacidad imaginante sin precedentes.
Un sistema de comunicación
para la emancipación y la liberación, que no coloque todos sus fuerzas en lo mediático,
sino que pueda construir las palabras, los gestos y las voces necesarias para ser
cada vez mejores humanos.
Un sistema de comunicación
que invite a pensar y amar, que no estimule el odio entre los pueblos, que
reproduzca los mapas sin fronteras, que dignifique el Sur de los oprimidos y
eche a volar la dignidad rebelde. Que de ser necesario critique y destruya la
palabra sistema y plantee el nuevo vocablo, el nuevo fuego, la voz de
mando insurgente, sin patriarcas, sin opresores. Una invitación a la vida con
equidad y justicia, con la comunicación originaria.
*Vocero de la Escuela Popular de Comunicación
Casa del Costurero de los Sueños Emancipatorios Eulogio Paredes
Mérida, Venezuela
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