viernes, 9 de diciembre de 2016

Nos urge entendernos para recuperar las calles.

De: shivas
Si te contara que había perdido sin darme cuenta esa calle donde laten las pasiones de la vida, ¿Vendrías en donde hemos recuperado un fragmento de ella? .
Esa calle estaba representada por el universo.
Cerros, veredas, barrios, portones abiertos, el super-super-yó-colectivo,los vecinos solidarios, los hermanos de cuadra, esos los héroes que siempre que puedo recuerdo, gente que siente y se resuelve, mirados por criticas que no construyen, como el mal de la vuelta de la esquina, porque habíamos cambiado el concepto de calle, porque más que para transitar es para encontrarnos con ideas, ideas para desmontar lo conservador, porque allí afuera no se puede pensar en otra cosa. Todas las puertas de este cosmos dan a una misma calle, pero casi todas en el globo capital son la replica de las replicas de quienes dejamos de ser, que saca importantes conclusiones sobre el destino trágico de ser esclavos: Esos seres redimensionados del sistema con un test molecular revolucionario que se encuentran atrapados.
Estamos dispersos en callejones de melodía monocorde, sin palpito ni para estremecernos como queremos, porque solas, ni solos podemos sino retomamos nuestras calles.

Las calles de lo posible se andan perdiendo, están tristes porque hay quienes las habitan ausentes, son calles desiertas por promesas de la muerte que mantiene a mis amigos encerrados en sus casas, en un fatídico laberinto presente prefabricado con mentiras de la modernidad, el ahora de los aislados-online.

Pero si te contara por experiencia que un pedazo de esa calle perdida te está buscando, alegre,estudiando sonrisas y fugas, soñando revueltas, sembrando filosofía, escribiendo en las aceras poesía, construyendo casas comunales, con sismos contraculturales, destronando universidades, pensándose, naciendo reiteradamente, componiendo canciones, con gente muy terca como tu que quieren cambiar el mundo. En esa calle, cuando la encuentres, cuando te encuentre, o cuando vengas, si alguien mata un perro, nadie hace la denuncia. En esa calle lo que se hace es ir a tocarle el timbre al asesino. Porque en esas calles todos somos responsables y autogobernantes.
Te ubico entonces, para invitarte desde donde te escribo: Santa Elena, una vía de sueños emancipados en el seno de una comuna.Es la casa del costurero quien te anda buscando,que no es una casa sino una calle para encontrarnos.
Nos urge entendernos para recuperar las calles.

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