miércoles, 25 de enero de 2017

Bolívar y Martí en la génesis ideológica de Fidel. Por Lenín Altuve.


Todos sabemos hasta que punto la revolución cubana y el pensamiento de Fidel Castro ha bebido de las teorías del materialismo dialéctico, Del marxismo leninismo. Pero el verdadero sustrato de la revolución cubana, y sus referentes históricos, han de hallarse, si los queremos buscar, en el pensamiento libertario de José Martí, que es lo mismo decir que en el pensamiento Bolivariano.
José Martí ideólogo héroe y apóstol de lucha de independencia de Cuba, desde joven tuvo oportunidad de conocer el proceso emancipatorio Gran Colombiano liderado Por el libertador Simón bolívar, que, tuvo un gran efecto en el joven Martí. En una alegoría escrita posteriormente por Martí se refleja el amor profesado hacia el libertador Posterior ,cito “…Todos los americanos deben querer a Bolívar. A Bolívar, y a todos los que pelearon como él, porque la América fuese del hombre americano. A todos: al héroe famoso y al último soldado, que es un héroe desconocido. Hasta hermosos de cuerpo se vuelven los hombres que pelean por ver libre su patria…” La admiración del Apóstol de la revolución cubana por Bolívar se hizo aún más patente a su llegada a Venezuela en 1881, donde, buscando la memoria del libertador logró profundizar no sólo en su pensamiento, sino también en su accionar revolucionario. De Bolívar escribiría Martí “Pensar en él, asomarse en su vida, leerle una arenga, verlo deshecho y jadeante en una carta de amores, es como sentirse orlado de oro el pensamiento. Su ardor fue el de nuestra redención, su lenguaje fue el de nuestra naturaleza, su cúspide fue la de nuestro continente: su caída para el corazón. Dícese Bolívar, y ya se ve delante del monte al que, más que la nieve, sirve el encapotado jinete de corona, ya el pantano en que revuelven con tres repúblicas en el morral, los libertadores que van a rematar la redención de un mundo. ¡Oh no! en calma no se puede hablar de aquel que no vivió jamás en ella: ¡De Bolívar se puede hablar con una montaña por tribuna, o entre relámpagos y rayos, o con un manojo de pueblos libres en el puño y la tiranía descabezada a los pies...! Ni a la justa admiración ha de tenerse miedo, porque esté de moda continua en ciertas especies de hombres el desamor a lo extraordinario; ni el deseo bajo del aplauso ha de ahogar con la palabra hinchada los decretos del juicio; ni hay palabra que diga el misterio y fulgor de aquella frente cuando en el desastre de Casacoima, en la fiebre de su cuerpo y la soledad de sus ejércitos huidos, vio claro, allá en la cresta de los Andes, los caminos por donde derramaría la libertad sobre las cuencas del Perú y Bolivia. Pero cuanto dijéramos y aun lo excesivo, estaría bien en nuestros labios esta noche, porque cuantos nos reunimos hoy aquí somos los hijos de su espada.” y aunque la Estadía de Martí en nuestro territorio fue breve debido a la intolerante postura del general Antonio guzmán Blanco que censurase la publicación fundada por él que llevase por nombre de “ El Venezolano”, este periplo de seis meses por tierras venezolanas insufló el ánimo del estadista, poeta, periodista y revolucionario cubano , para consolidar lo que se venía fraguando desde hace una década atrás en 1871 con la creación del partido revolucionario de Cuba, cuyo fin principal era darle la independencia a su nación. Pero precisamente por la influencia de Bolívar y su visión integracionista, sabía Martí que la independencia de su isla estaba ligada intrínsecamente a la liberación de los territorios hermanos, como es el caso de Puerto Rico, es así como concibe que la lucha por la emancipación cubana debe ir más allá y abarcar regiones vecinas. Hacia allá apunta su pensamiento y su accionar. Y hasta el final de su vida habría de seguir a Martí el ideario que lo Identificaba a Bolívar y a los más grandes hombres de la emancipación de América. Por eso, comenzada la guerra decisiva por la liberación de su patria y ya en los campos donde se libraban batallas, escribe lo siguiente: “Ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber -puesto que lo entiendo y tengo ánimos con qué realizarlos- de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América”.
Al igual que Bolívar, Martí comprendió muy bien el peligro que suponía para la integración de los pueblos las crecientes ambiciones expansionistas del emergente imperio norteamericano, y así como Bolívar en una carta escrita en 1828 al encargado de negocios de su majestad británica profetizaba que “Los estados unidos de Norteamérica parecen estar destinados por la providencia para plagar la América de miseria en nombre de la libertad”. El Apóstol cubano años después en el marco de la celebración de la primera conferencia panamericana realizada entre el 28 de septiembre de 1889 y el 31 de agosto de 1890, alertaba sobre el peligro que suponía los anhelos Hegemónicos del imperio del Norte y de los lacayos internos que servían ayer como lo hacen hoy a los intereses del mismo. En ese congreso de naciones americanas -dice-“,…. donde por grande e increíble desventura, son tal vez más los que se disponen a ayudar al Gobierno de los Estados Unidos a apoderarse de Cuba que los que comprenden que les va su tranquilidad y acaso lo real de su independencia en consentir que le quede la llave de la otra América en estas manos extrañas. Llegó ciertamente para este país (EE.UU.) apurado por el proteccionismo la hora de sacar a plaza su agresión latente, y como ni sobre México ni sobre Canadá se atreve a poner los ojos, los pone sobre las islas del Pacífico y sobre las Antillas, sobre nosotros”. Ambos libertadores comprendieron que la libertad plena de los territorios Gran colombianos, nuestro- americanos, serían en lo sucesivo, una guerra en contra de los intereses expansionistas de Los Estados Unidos de Norteamérica.
He aquí la génesis del pensamiento Ideológico del Comandante Fidel a quien homenajeamos hoy. Su obra En Cuba, en América, en el mundo, representa la síntesis del ideario Martiano y bolivariano, que son uno mismo en su esencia. La integración de las naciones latinoamericanas ha sido eje medular en las doctrinas filosóficas de uno y otro. En Bolívar Martí y Fidel se nos presentan tres contextos históricos, tres tiempos históricos entrelazados pero también tres elementos comunes que le han dado fisionomía a las luchas de emancipación Nuestro-Americanas: el carácter anti imperialista, la integración de los pueblos y la toma de las armas como medio para la liberación y nunca, como herramienta para la colonización, el expansionismo y la subyugación de los pueblos. El pueblo Cubano de la Mano de Fidel ha sido posiblemente la nación que más ha hecho por la integración de los pueblos del mundo Durante el siglo XX y lo que va del presente siglo. Fidel amalgama los postulados integracionistas de Bolívar y Martí, y los pone en práctica para beneficio de la humanidad mediante el internacionalismo como propuesta frente a los principios individualistas y chovinistas de la sociedad capitalista. Basándose en la máxima de José Martí “Patria es humanidad”, Fidel castro hizo de la solidaridad internacionalista un pilar de la política cubana.
Al lograr una segunda independencia para el pueblo de Cuba, el padre de la revolución cubana, convirtió a esta pequeña isla en extensión geográfica pero enorme en Voluntad, en un faro de luz para para los pueblos oprimidos. El apoyo a los muchos movimientos revolucionarios e independentistas en regiones como América Latina Asia y África dan cuenta de ello. Del mismo modo Cuba desempeñó un papel clave en la lucha contra el apartheid y mandó a cerca de 300.000 soldados a Angola entre 1975 y 1988 para hacer frente a la agresión del ejército supremacista de Sudáfrica. Al respecto diría el Comandante Fidel en el discurso de la clausura del Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, celebrado en el Teatro "Carlos Marx", 22 de diciembre de 1975 “Algunos imperialistas se preguntan por qué ayudamos a los angoleños, que qué intereses tenemos nosotros allí. Ellos están acostumbrados a pensar que cuando un país hace algo es porque está buscando petróleo, o cobre, o diamante, o algún recurso natural. ¡No! Nosotros no perseguimos ningún interés material, y es lógico que los imperialistas no lo entiendan, porque se guían por criterios exclusivamente chovinistas, nacionalistas, egoístas. ¡Estamos cumpliendo un elemental deber internacionalista cuando ayudamos al pueblo de Angola!”.
Ni que decir del apoyo prestado en materia de educación a las más vario pintas naciones en todo el mundo, la masificación de la educación y del conocimiento entendido como un principio fundamental de emancipación del individuo y las sociedades, es otro de los ejes transversales del pensamiento bolivariano y martiano que se materializa en el accionar revolucionario de Fidel. Bolívar decía que “nos han dominado más por la ignorancia que por la fuerza” y que “Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción”, otro tanto decía Martí “Todo hombre tiene derecho a educarse y en pago contribuir a la educación de los demás”. Fiel a esta ideología de la necesidad de una educación liberadora, la Cuba de Fidel ha llevado como ningún otro país en términos cuantitativos y cualitativos la educación hasta los más inexorables rincones del planeta, desde el año 2003 según cifras de la UNESCO el programa Yo si puedo permitió que nueve millones de personas de cinco continentes diferentes aprendieran a leer y escribir. Esta es la visión más acabada del pensamiento de Bolívar y Martí.
Quisiera culminar esta intervención con una frase de Fidel que sintetiza nuestras luchas históricas, nuestros triunfos como pueblos hermanos, pero sobre todo lo que aún, de la mano de ese gigante que a su vez fue el reflejo de los dos Libertadores en sustentó su pensamiento y su acción, nos queda mucho por hacer.
“Nosotros, que venimos de atrás, que fuimos conquistados, que fuimos explotados, que fuimos esclavizados a lo largo de la historia, ¡qué ideas maravillosas podemos defender hoy, qué ideas tan justas pueden ser nuestras ideas! Y podemos pensar en términos latinoamericanos y hasta en términos mundiales: ¡Qué lejos hemos llegado los esclavos!”
(discurso en el acto central por el XXXVIII Aniversario del asalto al Cuartel Moncada, efectuado en la Plaza Victoria de Girón el 26 de julio de 1991)”


De izquierda a derecha: Hugo Chávez,  José Martí, Simón Bolívar, Fidel Castro y  Ernesto Che Guevara. Plaza Bolívar de Caracas, Venezuela. From a mural in Caracas, Venezuela. From left to right: Hugo Chávez, José Martí, Simón Bolívar, Fidel Castro and Che Guevara.

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