jueves, 27 de marzo de 2014

¡Ideas a la Hoguera! Por: Jessica Pernia / Tatuy Tv


A los períodos más cruentos de la historia de la humanidad, más sanguinarios y también más retrógrados, aparentemente extintos, los acaba de superar en pleno siglo XXI, la atroz destrucción sistemática de los centros de conocimiento y educación en la República Bolivariana de Venezuela.

Lo que no deja de sorprender es que estos episodios de la historia estuvieron marcados por una feroz pugna por el poder, que impulsaron líderes y organizaciones políticas o religiosas para dominar en términos de clase, a sectores más frágiles, en pro de su supremacía; sin embargo en Venezuela la historia cambia de manera abrupta y se convierte en un fenómeno incomparable, un fenómeno donde una minoría social, los ricos y sus serviles aliados, no tuvieron más camino, que demostrar su talante perverso, reaccionario y en el peor de los casos, fascista, frente a sus reiteradas derrotas en el campo político y social. Pruebas hay de sobra: un estado revolucionario fortalecido, una mayoría electoral de la Revolución triunfante, reconocimiento en el campo internacional y legitimidad democrática, son elementos que esta minoría neo-fascista, no puede sobrellevar.

A la pintoresca historia del Capítulo VI del Quijote de la Mancha, cuando el cura y el barbero, queman los libros de la biblioteca del Caballero de la triste figura, biblioteca que acusaron de haber secado el cerebro del hidalgo, la superó la novela de Ray Bradbury: Fahrenheit 451, más adelante llevada al cine por François Truffaut, en donde los bomberos ya no apagan incendios sino que queman libros, pues según el Gobierno distópico en esta novela, leer impedía a los ciudadanos ser felices. Pero a estos dos ejemplos de ficción y fantasía, los superó la realidad; y aquí también pruebas hay de sobra, repasemos:

El imperio de Qin Shi Huangdi en el proceso de unificación China, hacía el siglo III a.c., entre otras cosas menos perversas, lo caracterizó una etapa cruel en la que se promovió el asesinato de académicos y pensadores, la quema y confiscación de libros y manuscritos, así como la persecución a las Cien escuelas de pensamiento, una serie de escuelas de filosofía y de filósofos, que preceden la sólida cultura asiática hasta nuestros días.

En el imperio de Teodosio el Grande en Roma a finales del siglo IV d.c, fue la llamada Biblioteca-Hija de Seraphis, un complemento de la Gran Biblioteca de Alejandría, quien sufrió los embates de los conflictos político – religiosos de la época. En medio del inicio de una feroz guerra entre páganos, cristianos y judíos, fue ésta Biblioteca Hija saqueada y destruida alrededor del año 391 d.c, cuando el emperador ordena la destrucción de los templos paganos de la ciudad de los Ptolomeos. Cientos de manuscritos, pergaminos de papiro y libros sobre teorías y avances en las ciencias matemáticas, astronómicas, físicas, geométricas y medicinales de los romanos, fueron quemados o desaparecidos.

Bajo el período oscurantista de la edad media comprendido entre los siglos IV y XV, se desplegó la persecución de la Inquisición de la iglesia católica. Esta institución fue establecida en 1184 mediante la bula del papa Lucio III, con lo cual se instaba a los obispos a extirpar la herejía, concediéndoles la autoridad de condena contra los llamados herejes, estos últimos caracterizados por ser disidentes de algunas doctrinas de la Iglesia, que otrora eran castigados con la ex-comunión, más adelante con la tortura y posteriormente con la persecución y eliminación total de todo vestigio literario, teórico, artístico, científico o académico que representara pensamiento contrario a los católicos.

La quema de los Códices o manuscritos Mayas, por el proceso de conquista y genocidio español en México, especialmente por parte del sacerdote Diego de Landa en la localidad de Maní (Yucatán), ha sido otro episodio brutal de la historia en contra del conocimiento universal. De Landa alrededor de 1562, en un acto llamado auto de fe de Maní, hizo quemar cinco mil ídolos y 27 Códices de los antiguos Mayas. Los Códices fueron libros y manuscritos de investigación muy amplios e importantes para la cultura Maya; grandes avances arquitectónicos, astronómicos, matemáticos, y el sistema de escritura pictográfica fueron destruidos en este lamentable episodio de la historia.

Entre los años 1933 y 1938 ocurrieron en la Alemania Nazi, dos eventos de los más escalofriantes de la historiografía contra el pensamiento plural. Joseph Goebbels Ministro de Propaganda del III Reich dirigiendo a la Nationalsozialistoischer Deutscher Studentenbund (Asociación de Estudiantes Alemanes Nacionalsocialistas), emprendió una campaña denominada “Aktion wider den undeutschen Geist” (Acción contra el espíritu anti alemán) en la que se inició el saqueo de librerías, bibliotecas universitarias y centros educativos. Fue el 10 de Mayo de 1933 en la Plaza Opernplatz, donde se realizó la quema de todos los miles de libros y textos saqueados, generando una reacción en cadena similar, en 21 universidades alemanas. Además de esto, durante el 9 y 10 de noviembre de 1938, fue cuando ocurrió la tristemente célebre Noche de los cristales rotos, una serie de ataques atroces contra propiedades, escuelas, bibliotecas, hospitales y sinagogas del pueblo judío; demoliéndolas con mazos, piedras, fuego y armas.

Una vez derrocado el gobierno del Presidente Salvador Allende por parte del General dictador Augusto Pinochet, en Chile, a mediados de septiembre de 1973, se sentenció al país a un estado de sitio que propició terribles agendas de control militar, político y hasta cultural. En su proclama inicial, la Junta Militar golpista se declara antimarxista, con lo cual se procede a perseguir, asediar, destruir y desaparecer todo lo que sobre estos y otros temas, existiese. Fue el propio 12 de septiembre, a un día del inicio del golpe, que se ordena la destrucción de todos los diarios, revistas, libros, bibliotecas o símbolos que relacionados al pensamiento crítico universal. Ese mismo día en Santiago de Chile, la editorial Quimantú, principal centro editorial masivo creado por el gobierno allendista, fue saqueada y a continuación quemados todos los ejemplares de textos literarios, periodísticos y políticos almacenados en su sede, frente a los ojos de los presentes y frente a los lentes de la televisión y medios, aupados por el régimen. De esta misma forma el 23 de Septiembre, fue atacado el conjunto residencial "Remodelación San Borja", edificaciones donde se encontraron miles de libros, textos y documentos que fueron quemados por los militares, formando una hoguera que tardó en aplacarse alrededor de 14 horas.

Durante el año 1976, Luciano Benjamín Menéndez, jefe del III Cuerpo del Ejército Argentino con sede en Córdoba, a cargo del proceso de reorganización Nacional, luego del golpe de Estado donde se estableció la junta militar liderada por el teniente Gral. Jorge Videla, se ordenó una quema masiva de libros, argumentando para entonces que: "De la misma manera que destruimos por el fuego la documentación perniciosa que afecta al intelecto y nuestra manera de ser cristiana, serán destruidos los enemigos del alma argentina". Agregaron que lo hacía a fin de que no quedara ninguna parte de estos libros, folletos y revistas, para que con este material no se siguiera engañando a sus hijos. (Diario La Opinión, 30 de abril de 1976).

Durante el año 1991, en conflicto bélico promovido por Bush padre, fue destruida la Universidad de Mustansyria, fundada en el siglo XIII, una de las universidades más antiguas del mundo. Pero fue a mediados del año 2003, que la humanidad vivió una de las muestras más infames de intolerancia: la destrucción de los principales centros culturales de Irak; una de las regiones con más historia y antigüedad en el planeta. Fue el día 13 de abril de éste año, tras la toma de Bagdad por el ejército de Estados Unidos que una multitud reaccionaria junto al ejército invasor, regó con combustible el Museo Nacional de Bagdad y le prendió fuego. Entre los tesoros de este Museo estaba la más importante colección de antigüedades mesopotámicas del mundo. Pero sin ser suficiente, en el mismo ataque fue destruido el Archivo Nacional de Irak, desapareciendo con él diez millones de documentos de indescifrable valor. Se estima también que alrededor de 200.000 es el número de objetos de arte e interés arqueológico, definitivamente perdidos. Otro hecho macabro fue el bibliocausto y memoricidio tras la quema de la Biblioteca Nacional de Bagdad, acabando con los manuscritos que instituían fuentes auténticas relacionadas con la tradición judía, islámica y cristiana.

La Biblioteca de La Academia de Ciencias de Egipto, fue otra víctima del culturicidio promovido por las guerras. En el año 2011, el 18 de diciembre específicamente, se propició el incendio del edificio de la Academia de Ciencias que albergaba más de 190.000 materiales documentales desde el siglo XVIII. El 90% de los libros que sustentaban las fuentes del siglo XIX también se convirtieron en cenizas.

Todas estas referencias historiográficas, aún a pesar de algunas imprecisiones de rigor, representan la fuente manifiesta del horror sistemático al que son sometidos los pueblos del mundo, tras el oprobio imperialista, el fascismo, las guerras de invasión, la hegemonía del Capital, y junto a ello la promoción del racismo, chovinismo, etnicismo, odio, fanatismo, el miedo y los impulsos sangrientos de la historia de dominación mundial.

Como contraparte a estos lamentables hechos, el proceso revolucionario venezolano se destaca por la promoción educativa, cultural y artística; fomentando el cultivo del conocimiento, las ciencias y la tecnología, donde tan sólo en el año 2010 fueron fundadas 9 Universidades, completando un total de 60 en todo el país, entre autónomas, experimentales y privadas. Un proceso que ha sido reconocido por la UNESCO (en 2014) por ocupar el segundo lugar entre los países de América Latina y el Caribe y el quinto en el mundo, con el 83% de matriculación, la mayor tasa de ingreso de estudiantes universitarios en la región.

Es consternante entonces que reaparezcan fenómenos fascistas depuestos por la historia: la quema ruin de 15 universidades es la prueba, y minúsculos pero perversos criminales de oposición, los culpables. Al respecto el Presidente Nicolás Maduro declaró en una marcha estudiantil en rechazó al fascismo, realizada en marzo del presente año: "No estamos exagerando, no sólo quemaron la UNEFA (Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada) en Táchira, han quemado 15 universidades en el país y hoy lo denuncio ante el mundo”.

¿Cómo se puede denominar a estos hechos? ¿Qué consecuencia tendrán para la histórica contemporánea de la humanidad? Debe quedar claro que no se trata de juntas militares, ni guerras de invasión, tampoco de fundamentalismo religioso, tiene muy poco de dictaduras autocráticas y mucho menos se trata del poderío de un Reich o un Huangdi, se trata de la demencia de una minoría social, auspiciada por incógnitos empresarios, políticos de la región, y organizaciones paramilitares que frente a la desesperación por las derrotas, arremeten como fieras heridas.

¿Y cómo se le pondrá freno a esto? Quizás dejando de pretender que llamándoles a diálogo, invitándoles a conciliar, y ofreciéndoles suculentas rebanadas económicas, ellos se harán más dóciles o menos siniestros. Quizás también comprendiendo que la única forma de detener su vehemencia fascista, sea de una vez por todas, profundizando el Socialismo, consolidando el tan aludido Golpe de Timón y aprovechando esta crisis política para radicalizar. Frente al fascismo sólo hay una respuesta: El Socialismo.

Fuentes:

http://es.wikipedia.org/wiki/Quema_de_libros

http://www.elciudadano.cl/2013/10/20/91031/de-la-quema-de-libros-de-la-dictadura-a-la-imposibilidad-de-investigaciones-en-democracia/

http://www.theclinic.cl/2012/01/04/las-10-peores-quemas-de-libros-en-la-historia/

http://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%B3dices_mayas

http://www.abgra.org.ar/newsletter/ABGRA-Boletin-2013_A5_N4_80_aniversario_quema.pdf

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=172506

http://www.slideshare.net/Corriente/destruccion-censura-y-autocensura-del-libro-en-chile1

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=141828

http://www.viajes-a.net/ciudad/Baghdad-273.htm

http://venezuela-us.org/es/educacion-en-numeros/

Tiene lógica que la oposición pretenda criminalizar a los colectivos y a los Movimiento Sociales.‏ Por: Carlos Rivas.

Si algo nos ha dejado esta situación que vive parte del país, es que las contradicciones se han avivado, y eso no es malo. Esto lo podemos corroborar haciendo un análisis en el discurso de quienes plantean seguir en las calles, pues es evidente que el odio contra-revolucionario se ha alimentado, la resistencia al cambio se profundiza y el anticomunismo coge fuerza entre los sectores de la oposición, sumado a ello, hay una ausencia tremenda en cuanto a propuestas alternativas para consolidar un país mejor. La oposición desesperada, recurrirá a cualquier método para derrocar a la revolución, pues está consciente de que éste pueblo defenderá los logros que ha venido alcanzando como parte de sus luchas contra el gran capital y su modo de vida.

Destrocemos el patrimonio de todos y que nadie se haga responsable! Que se vaya ya! Fuera el castro comunismo! Y un largo etc... un rosario de clamores infundados por sectores radicales de derecha, que atentan contra el proceso de democratización permanente que está viviendo el país en la actualidad.

De esta forma, no deja de llamar la atención el hecho de que se criminalicen, por parte de la derecha fascista, a los colectivos y a los movimientos sociales, pues para nadie es un secreto de que estos últimos son el motor fundamental para la profundización de cualquier proceso de transformación revolucionaria, y pareciera que los sectores oposicionistas lo tuvieran bien claro. Lo cierto es que la criminalización de pobreza, la criminalización de protesta, ergo, la criminalización de toda acción colectiva, no es más que la lógica “ética” con la que funcionan los regímenes despóticos al servicio del capital, pues ideológicamente el individualismo, la competencia y la negación del conflicto, forman parte de los “valores” fundamentales con los que el capital mantiene sus esquemas de re-producción. Esa pretensión, de instalar la idea, de que la ciudadanía individualizada puede alcanzar proyectos políticos, proyectos que aparentemente no tienen objetivos y ni agendas, no es más que una farsa, pues se evidencia sin duda alguna, que entre los sectores de derecha existen movidas colectivas, las cuales apuntan a proyectos comunes; Incitar a una guerra, a una intervención extranjera o derrocar al gobierno, el cual, de más está decirlo fue constituido constitucional y democráticamente por el voto popular, forma parte de planteamientos realizados por sectores de ultra Derecha, que en todo caso no se conoce como parte de una construcción colectiva; Niega lo colectivo, aunque se trabaje en grupo, pues los intereses individuales marcan la pauta a la hora de desarrollar acciones conjuntas. En ese mismo contexto se habla de una ciudadanía individualizada que no se organiza ni se preocupa por consolidar una identidad colectiva, en cuanto a territorialidad, historia y cultura, no es más que un amasijo de hipócritas, que al final competirán con sus “compañeros”, eventuales en las protestas, potenciales enemigos en la competencia capitalista, donde sobre vive el más fuerte, o el más hábil, o el más ladrón. Un embuste clásico para que la dominación se reproduzca en todas sus formas.

Con esto expuesto, creemos que es necesario revisar algunas definiciones teóricas relacionadas a los términos: colectivos y Movimientos Sociales.

Si damos una mirada rápida, podemos encontrar, que colectivo puede ser definido como un grupo de personas que comparten objetos de interés o que trabajan juntos, pero que no necesariamente tienen un objetivo en común. Se caracterizan por compartir y ejercer poder político y social, y tomar decisiones basados en el consenso y principios igualitarios. No obstante, cuando hacemos un ejercicio retrospectivo (histórico), podemos encontrar que el trabajo colectivo, refleja la solidaridad que, por lo menos en el caso Nuestro Americano, ha sido una constante de nuestro ser-hacer como pueblo. En los andes, por ejemplo, encontramos figuras como la cayapa, la mano vuelta y el convite, que son expresión histórica de lo que hemos sido, somos y seguramente seremos, con reuniones para la planificación, toma de decisiones colectivas, diálogo abierto y trabajo transformador co-laborativo.

No es muy distinta la visión conceptual que se tiene de los Movimientos Sociales, que vendrían a ser reflejo de actuaciones colectivas, a nuestro juicio un poco más maduras, en cuanto a los objetivos comunes e identidad construida colectivamente. De esta forma Elizabeth Jelin (1986), nos dice, que: Los movimientos sociales son aquellas acciones colectivas con alta participación de base que utilizan canales no institucionalizados y que, al mismo tiempo que van elaborando sus demandas, van encontrando formas de acción para expresarlas y se van constituyendo en sujetos colectivos, es decir, reconociéndose como grupo o categoría social. Agregaríamos que los movimientos sociales no son otra cosa que el motor, que mueve las transformaciones sociales. Es decir, Los movimientos sociales han sido los que han impulsado los procesos de democratización de América latina, y eso es un punto de honor, para derrumbar las ideas, de que compitiendo individualmente se alcanzan objetivos colectivos. Diez mil farsas pululan por los ambientes y las cabezas de quienes bajo ropajes rebeldes, hacen el papel de reaccionarios, misioneros de la regresión histórica, conservadores cobardes, temerosos a la historia por escribir. El capitalismo es una esquizofrénica cadena de farsas, que a conveniencia desprestigia a quienes le hacen resistencia. Así Los colectivos y los Movimientos Sociales no son más que espacios para la construcción colectiva y la resistencia ante los abusos del sistema y de sus servidores. Mirando así las cosas, los güarimberos golpistas y quienes los financian, son servidores complacientes de los intereses del gran capital, poniendo en práctica el abuso y la desestabilización a toda la población; Son un problema! y se resuelve con organización popular. Organización no para perseguir o violentar, sino para construir nuevas formas de entender la política, que en última instancia debe estar al servicio de la gente y no del mercado.

El miedo a lo otro, a los otros, al cambio, al futuro, ha generado que en algunas zonas residenciales donde aun perviven las Güarimbas, se afiance la resistencia al cambio y se instale lo que hemos denominado la “cultura paraca”. Te pago para, que me “protejas” de los colectivos Chavistas, cerramos el libre transito para que las hordas “castro-comunistas” no invadan nuestras residencias de bien, pagamos para que esa chusma no nos robe a nuestras hijas. ¡Pagamos! aunque suene en colectivo, sólo pagamos, luego de eso nos encerramos en nuestras casas, sin importar lo que ocurra afuera, sin demostrar interés alguno por los problemas de mi vecino. Pagamos, con eso solucionamos todo. Individualismo puro.

La apología al dinero no es sino eso, el individualismo y la competencia, pero sobre todo la intransigencia a aceptar de que algunos se junten para hacer las cosas de forma diferente, incluso, evitar que se junten para que en colectivo sean mejores que los “meritocráticos” que se rascan el ego con papeles avalados por la academia.

Podíamos concluir que si: Un movimiento social es un actor colectivo que interviene en el proceso de cambio social” (Rudolph Heberle, 1951), estaríamos en definitiva, de acuerdo con la derecha fascista, pues ellos ven en la fuerza colectiva del pueblo trabajador el motor para la construcción de una nueva historia. ¿Colectivo? El capital no los permite, es una grosería, es revolucionario. Atenta contra los intereses individuales.

Resguardar la vida y alcanzar la paz revolucionaria, es un hecho colectivo, jamás será producto de luchas individualizadas, descontextualizadas, a-críticas y alienadas por las industrias culturales de los medios de comunicación. O nos salvamos todos, en comunión, o nos iremos al foso, incluso tú, con tus adorados billetes, tu hermosa camioneta y tus títulos extraordinarios. Pensar en colectivo, es pensar en el futuro, es seguir avanzando por la construcción de una humanidad más Humana.

Somos mayoría.

Juntos somos más fuertes y más inteligentes.

Viva la calle libre con los Movimientos sociales revolucionarios.

La mejor manera de evitar la guerra…Por Juan Lenzo / Tatuy Tv


La turbulencia que hoy vive Venezuela nos lleva a reflexionar en torno a cuál debe ser la postura de la Revolución en estos tiempos de cólera. No es fácil cuando en la interpretación de la realidad, se descubre con claridad, que ya el Departamento de Estado Norteamericano aprobó lo vaticinado como inevitable: el acabose cruento para la Revolución Bolivariana.
 

No intentaremos descifrar el método. Pero si es fundamental aprender de la historia (reciente) para que sean los principios revolucionarios, la eficacia política y la experiencia (y no la candidez), los elementos que acompañen a los dirigentes en las decisiones que han de tomarse frente a lo que nos amenaza.
El Fracaso del Diálogo
 

El Presidente Nicolás Maduro, desde la asunción como primer mandatario nacional, ha hecho esfuerzos inestimables en opacar las acciones de la canalla fascista a través del diálogo con sectores “sanos” de la burguesía venezolana. Sin embargo, dichos esfuerzos conciliatorios, extendidos hasta la fecha, no han podido frenar el avance de un abierto golpe de estado concebido a través de una guerra civil.
 

¿Por qué?
- No existe una derecha “sana” como espera el Gobierno Bolivariano. Sólo existen sectores que pujan por la toma del poder, utilizando diferentes métodos. Cuando uno de estos métodos se muestre como el más eficaz para lograr su objetivo, el resto de los métodos se abandona, y los demás sectores se suman sin complejos a quien garantice la toma del poder. Por ello vemos a un COPEI desistiendo del diálogo, al “amigo” Santos enfilar su agresión contra Venezuela…, a la mínima oportunidad, el enemigo rompe con lo “acordado” y se suma al mejor postor.
- El intento reiterativo por parte del gobierno a dialogar y pactar con el enemigo genera dos cosas:
     - Desmovilizamos a nuestra base social, la despojamos de las razones sagradas de lucha, ya que transmitimos la falsa imagen, que afirma que los conflictos sociales antagónicos se pudiesen resolver “conversando” con los enemigos históricos. Omitimos con ello la naturaleza destructiva, violenta y explotadora del Capitalismo. Entonces, si existen capitalistas buenos con los que dialogar, el capitalismo no es tan malo, solo depende de la bondad de sus representantes. Así, debilitamos la esencia de nuestro proyecto Socialista, que busca sustituir radicalmente todo vestigio capitalista presente en nuestra sociedad. Esta confusión y ambigüedad nos debilita moralmente.
   - Es poco disuasivo, al contrario muestra a la revolución débil y vulnerable. Aunque la autenticidad y la sinceridad del llamado a diálogo impulsado por el Presidente Maduro es patente, para los enemigos es señal inexpugnable para la restauración política del capitalismo. El diálogo y la conciliación no repelen la agresión, al contrario la acelera. Gadafi no pudo evitar la invasión a Libia; desarmado e indefenso, aparentemente congraciado con los EEUU y la UE, no existían ya razones políticas e ideológicas para agresión alguna. Y sin embargo, ocurrió…
 

Mientras el gobierno insiste en el diálogo desde hace algunos meses, la desestabilización y la agresión se recrudecen. Pareciera que el esfuerzo por dialogar por parte del gobierno es inversamente proporcional al cese en la agresión. Se percibe más bien, que determinados sectores sostienen la desestabilización para presionar y obtener mayores concesiones vía negociación (véase cantidad de divisas entregadas a sector privado en 2013, implementación del SICAD 2, retroceso en la construcción de una economía socialista, etc…) para así debilitar a la revolución, y a la vez apostar por el camino cruento; aplican a todas luces una estrategia de tenazas en las que ambas rutas de ataque a la revolución se complementan entre sí.
 

La hipocresía de la derecha venezolana es campante, a cada conferencia de paz, se responde con nuevas agresiones, nacionales e internacionales. Nos recuerda los resultados obtenidos en las tristemente célebres Mesas de Diálogo en 2002. Recordamos al Paro-Sabotaje Petrolero de 2002-2003, las guarimbas de otrora, Amuay, los muertos de abril de 2013, la guerra económica, y lo que es peor: el Asesinato de Chávez.
 

Es necesario retomar la orden de Chávez que en 2009 nos decía parafraseando el viejo adagio romano: “la mejor manera de evitar la guerra es preparándose para ella”.  Prepararnos para la guerra que ya comenzó, una verdadera estrategia de disuasión del enemigo, de moralización de nuestro pueblo y de impregnación del espíritu de combate por la Revolución Socialista.
 

Es hora de confiscar a los financistas de este atropello, no más divisas a quienes procuran la guerra en nuestra patria.
 

La Revolución requiere de una organización popular fuerte, integrada entre sí, confederada, organizada como un todo que detenta el poder de la revolución, que organiza y planifica políticas estratégicas junto a los REDI’s, ZODI’s y demás instancias de planificación, diseño y ejecución de políticas públicas.
 

Es necesario reorganizar las zonas económicas socializadas, reforzar la gestión de las empresas bajo propiedad social, integrarlas en un sistema presupuestario, que corrija los vicios e irradien como ejemplos de la nueva sociedad.
 

Es urgente enfrentar la Guerra Psicológica que envenena los espíritus de nuestro pueblo, provocando el odio social suficiente para justificar una confrontación civil que nos llevaría a terrenos insospechados. Enfrentar a los medios responsables y nacionalizarlos.
 

En Diciembre de 2013, frente a la guerra económica, el pueblo se mostró combativo y presto para la profundización del Socialismo, solo con apenas las medidas que tímidamente tomó la revolución frente al acaparamiento y la especulación. Confiemos en el espíritu de lucha de nuestro pueblo y preparemos una ofensiva sin precedentes en la historia.