Siempre hemos tenido la percepción de que la democracia liberal-burguesa, está amparada en negocios turbios por parte de quienes la profesan y al mismo tiempo están al servicio de las oligarquías locales. Cipayos y lacayos, del imperio y de las clases dominantes, han procurado con el pasar del tiempo, servirse de la política para influir en las masas, y hacer del oficio una herramienta para controlar y manipular, engatusar con maestría, para que la gente tenga miedo, no quiera cambios sociales, y prefiera votar siempre por su opresor. Recuerdo a Juan Bosch, con su texto Bolívar y la guerra Social, cuando en algún pasaje de su libro afirmaba, que Venezuela, a causa de las características de la guerra de independencia representaba al país más democrático de la región, debido a las diversas cuestiones sobre las cuales se desarrolló el conflicto, con sus múltiples variantes y el nivel que alcanzó la violencia, en una guerra, que definitivamente representó una real lucha de clases. Los sectores populares, decididos a despojar a las clases dominantes de sus privilegios, despojaron, saquearon, cambiaron a lanzazos la correlación de fuerzas. Eso ocurrió en Venezuela, en muchos otros países se mantuvieron en el poder las mismas clases dominantes que tienen su raigambre en la colonia. Colombia es un caso emblemático en ese sentido, los mismos apellidos, las mismas familias del virreinato dela Nueva Granada son los dueños del poder político, en una república en la que están bien marcada las diferencias entre las clases gobernantes y los siempre gobernados.
En medio de toda esa situación histórica, uno se pregunta cómo Álvaro Uribe, un pelele en la sociedad Colombiana, haya llegado a tener tanto poder. La explicación a esto se encuentra en sus nexos históricos con los negocios turbios del Narcotráfico. Hernándo Calvo Ospina, lo expone claramente en su texto el Terrorismo de Estado en Colombia, cuando hace una radiografía de la relación de la familia Uribe Vélez-Ochoa, con el Narcotráfico. Ospina afirma que: A pesar de su alta envestidura, el presidente Uribe Vélez nunca ha dado una aclaración objetiva sobre la procedencia de su gran fortuna. cuando se ha visto obligado a tocar el tema, las frases dicen de todo sin precisar nada. Si un periodista le insiste aparece su agresividad. Ninguna autoridad se ha decidido a investigar (Calvo, 2007. p 317). El ejemplo más emblemático lo podemos encontrar con los periodistas Fernando Garavito Pardo e Ignacio Gómez Gómez, quienes tuvieron que abandonar Colombia luego de iniciar una serie de investigaciones en las que arrojaban los vínculos de Uribe Vélez con el narcotráfico y el paramilitarismo Colombiano. Ese mismo que amenaza, trafica y mata pretende erguirse como el paladín de la democracia en la región. ¡Que tremendo desgraciado! ¡mentiroso! Ese Álvaro Uribe que grita y se abroga ser defensor de la democracia, está hasta el cuello, de denuncias por asesinato, y vínculos con el narcotráfico desde sus inicios en la política, además bien heredados, pues hasta su padre pudo moverse muy bien en esas lides obscuras.
En una noticia reciente, para febrero del 2020, que ha sido bloqueda en muchas paginas, sale a la luz pública los nexos entre Uribe y el narco Mexicano, en esta nota se afrima que, Richard Maok, exfuncionario de la fiscalía de Colombia Confesó, que el mismo Chapo Guzmán utilizó el aeropuerto de Bogotá para Sacar toneladas de cocaína, que llevaban como destino los Estados Unidos, país que representa el primer lugar en el mundo, en cuanto consumo de dicho estupefaciente. Sí, aunque no lo crean, es ese mismo Álvaro Uribe, el amigo de Pablo y del Chapo, el que acusa a Venezuela de ser un Narco Estado, ese mismo descarado, que ha matado a más 10 mil personas con sus falsos positivos, señala hacia Venezuela y juzga definitivamente desde su condición. En la misma Nota de Prensa, publicada en el portan de Rusia Today, se afirman los vínculos del Ex-presidente con el cartel de Medellín, relación que ha generado jugosas ganancias, pues según se afirma en la nota de prensa, fueron muchos los permisos aeroportuarios concedidos por "ÁlVareto" para nuevas pistas de aterrizaje al narcotráfico. Una Pelusa.
Las denuncias se han hecho, y los sobornos también, estos últimos de parte del poder, que tapa, que desmiente y defiende a personajes como Álvaro Uribe, quienes representan una vergüenza para la democracia y la política en la región, por ejemplo: Petro Urrego insistió en que Álvaro Uribe Vélez, por ser el presidente de la nación, debe "explicarle a toda Colombia qué pasó con el proceso judicial que seguía contra su hermano, que lo vinculaba directamente al paramilitarismo y a delitos de lesa humanidad (...) (Calvo, 2007. p. 320). A esto sólo se han encontrado oídos sordos, y amenazas. En definitiva así actúan las mafias encorbatadas y amparadas en el poder de un Narco Estado.
Por su puesto, no faltan los aparatos comunicacionales al servicio de la ignominia y la mentira, inmediatamente salen a desmentir, como es el caso de la cadena RCN, diciendo que el Exfuncionario Maok es un prófugo de la justicia y que está poniendo en tela de juicio del Buen nombre de "AlVareto", que el que no lo conozca que lo compre, o por lo menos que vote por él o por los suyos. Sí Señores, el mundo patas arribas y sin moral de ningún tipo.
A nosotros desde Venezuela, y desde la Revolución Bolivariana, nos queda afianzarnos en la ética, en la eficiencia y la demostración efectiva de que somos la alternativa más viable para la construcción de un mundo más democrático y más cónsono con la defensa de la dignidad humana y de la vida misma.
Referencias:
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Bosch, Juan. Bolívar y la guerra Social. Biblioteca popular para los Consejos Comunales. Serie Libertador de la Palabra. Fundación El Perro y La Rana. Caracas. 2007.
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Calvo Ospina, Hernando. El terrorismo de Estado en Colombia. Colección Alfredo Maneiro. Fundación El Perro y La Rana. Caracas. 2007.
