miércoles, 29 de junio de 2016

Semiótica de las Noticias Burguesas




Semiótica de las Noticias Burguesas

La semiótica no es un campo indemne en la disputa del sentido.

Fernando Buen Abad Domínguez

Rebelión/Universidad de la Filosofía


Eso que llaman "noticieros" (en las máquinas de guerra ideológica llamadas "mass media") son unidades de combate en la disputa semiótica que el capitalismo impone para deformar y manipular la realidad su conocimiento y su enunciación. La garantía de éxito radica en la lógica de los monopolios y en la repetición -hasta la náusea- del canon de estulticia refinado con chatarra ideológica. Silenciar a todos para imponer una sola voz. Formatear cerebros con moldes de mansedumbre. ¿Quiere el enemigo de clase mantenernos bien informados? ¿Para qué? ¿Según quién?

Todavía cuesta trabajo (a no pocos) aceptar que vivimos bajo los proyectiles ideológicos de una guerra mediática, incesante y multifacética, abierta de "par en par" para hacernos aceptar, sin reparos, el mundo como nos los imponen… para obligarnos a financiar sus maquinarias de mentiras y aceptarlos con aplausos y sumisión desde el alma. Aunque es verdad que los destinatarios no son "robot" que acepta linealmente toda basura que le impone, es igualmente cierto que la mentalidad de los pueblos está secuestrada entre jaulas de falacias monopólicas donde el pensamiento crítico se persigue, se sataniza y se ridiculiza. Es, tal cual, una guerra asimétrica. Y desde luego no se ignora que las masas están fermentando, también, su emancipación informativa. No aceptar que se trata de una Guerra nos condena a la ignominia y al silencio.

Dicho de otro modo, la complejidad semiótica de las noticias burguesas radica en la sofisticación ideológica y tecnológica de las mentiras y las calumnias tejidas con protagonistas de ocasión y blindaje de sus (por definición) corruptelas de forma y fondo. Su "maná" es el linchamiento de los líderes sociales y la neutralización de las movilizaciones populares. Es su orgasmo represor consuetudinario. Pagan mucho dinero por lograr eso. Y todo es reductible a la mercancía (las propias noticias lo son) en su mercado de competencias que a fuego abierto, con horarios precisos, disparan contra la población hasta derrumbar todo bastión democratizador del derecho a la información y a la comunicación. Una "tomografía computada" de las noticias deja ver el catálogo completo de las taras con que se fabrica el "equilibrio" informativo que siempre se cae hacia la derecha.

Esa disputa por la producción de sentido en las "noticias" tiene ingredientes que se repiten al antojo de los escenarios en los que se lucha para reprimir u omitir al enemigo de clase que incomode al libre ejercicio del hurto contra el producto del trabajo. Es producto barnizado con alguna fuente de ilusionismo, individualismo y egolatría burguesa; teñido por la moral de la propiedad privada y de su fetiche multiforme en las mercancías. Es un gran ejército para defensa de la propiedad privada.

Si la noticia burguesa sirve para algo eso se reduce a convertirlas en expedientes de canalladas serviles al interés más aberrante y no importa que se trate de "noticias del espectáculo", "noticias rojas", "deportivas"… junto a su ser mercantil que se basa en su poder de espejismo distorsivo siempre. Sólo se salva el éxito burgués, sus dueños y sus sirvientes. Todo lo demás es carne del infierno dantesco en el que el proletariado ha de batirse entre detritus de "periodistas". Cada día todas las horas. Y sentir la satisfacción de "estar bien informado" por el enemigo de clase.

A mañana tarde y noche la disputa (la guerra noticiosa) por dominar las herramientas de producción de sentido se nutre con misiles de táctica y estrategia burguesa. Quede eso bien claro. Ninguna semiótica que se precie, ha de estar al margen de esta guerra y de su alma mater la lucha de clases camuflada como "noticia". No hay duda. La ética burguesa es rigurosa y no tiene fronteras. Especialmente en el campo de las ganancias. Sus más destacados adalides son los que más pagan por mentir y los que más se aplauden a sí mismos. Incluso con premios y ovaciones académicas de mercado. Cumplen con su deber disciplinadamente, como soldados cuya precisión de ataque y odio de clase se entretejen para mostrarse "ecuánimes", "informados", "neutrales" y "profesionales". En el alma de la noticia, en su estructura interna la mentalidad burguesa sólo aspira a dar un golpe certero, un crimen perfecto, una puñalada ideológica que anule al destinatario. Que esconda la lucha de clases y haga invisible toda fuerza transformadora en manos de los pueblos revolucionarios. La forma y el género son sólo coartadas para desplegar munición y asegurarse territorios de todo tipo.

En esto tenemos mucho por hacer comenzando por reconocer nuestras debilidades revolucionarias en materia de producción de información. Es frente concreto de batalla la batalla de las ideas emancipadoras de las noticias. Es frente concreto desmontar sus diccionarios y sus vocabularios, mayormente tributarios de anglicismos léxicos e ideológicos. Es frente de disputa la sintaxis, el orden de las ideas, los valores y las prioridades para la acción y las formas de enunciar la transformación del mundo y al mundo mismo en todos sus espacios. Contra la sintaxis paupérrima con que la burguesía pregona sus verdades de escuelita bobalicona y contra la pedantería de los dueños del dinero. Tenemos el desafío de romper el cerco monopólico que viola todos los preceptos y leyes del mundo incluidas las leyes de comunicación que creó Ecuador, Venezuela y Argentina, que se atrevieron a soñar la democratización de los medios y la desmonopolización de sus feudos "mediáticos". Eso sí es noticia.

martes, 21 de junio de 2016

¿Dónde está el sujeto histórico político?



Participación de Miguel Hernández, poeta y productor audiovisual merideño en la EPC, escuela popular de comunicación, para el seminario Conocimiento pertinente para América Latina, Casa del Costurero, Mérida, 2016

domingo, 19 de junio de 2016

El nuevo “COCO” para la burguesía.



Por: Carlos Rivas*

El CLAP, CLAP, CLAP resuena como una maldición, en los oídos de los tramperos, mercaderes de las necesidades más básicas de nuestro pueblo.
Hace un poco más de un año, reunidos en comuna, funcionarios de lo que para entonces era indepabis, recomendaban a la asamblea, que se debían activar con contundencia los fiscales populares, para regular la especulación y el acaparamiento de productos básicos, el planteamiento fue aceptado, sin embargo en el fragor del debate salieron algunas propuestas interesantes, entre ellas el argumento, que para construir un tejido social orgánico, en cualquier comunidad de éste país, era una tarea titánica, y se desmantelaba fácilmente, delegándole responsabilidades de fiscalización a un grupo de voceros populares, los cuales pasarían de inmediato a ser absorbidos por la dinámica que tan loable labor implica, por el contrario se proponía para el momento consolidar una red de distribución de insumos básicos en manos del poder popular organizado y que los excedentes de dicho trabajo fueran reinvertidos en la propia comunidad para ir sentando las bases de aquello que tanto el comandante nos habló. EL BUEN VIVIR.
La dinámica económica actual, nos ha puesto a pensar en profundidad en varias cuestiones. Por un lado, y desde lo más profundo, ha develado lo mal educados que estamos en cuanto a los hábitos alimenticios, no estamos ni cerca de aplicar aquella máxima que reza: que tu alimento sea tu mejor medicina.
El común denominador se atreve a decir, que no hay comida, cosa que es falsa, lo que en realidad, trampean las mafias, y esto quiere decir que no es que no haya, son los carbohidratos, harinas y largo etcétera, que perjudican el colón, alteran los triglicéridos y desestabilizan el colesterol, sin embargo en honor a la verdad, debemos decir que comida hay a granel, nuestros campos producen lo suficiente para abastecer las necesidades alimenticias de nuestro pueblo, sumado a ello un incipiente oferente de verduras, hortalizas, legumbres y frutas se encuentra en el movimiento comunero, que aunque aún no tiene un impacto sobre saliente en los indicadores de la producción nacional, vienen garantizando espacios para la autosustentabilidad desde la organización social, ejemplo fehaciente de ello, lo demuestra el corredor Characot Apirá, en La Azulita, en el estado Mérida, sin contar las demás experiencias que se vienen desarrollando en la zona Panamericana y sur del lago de Maracaibo. Groseramente, nos estuvieron maltratando la salud por décadas y nosotros como hijos de esa herencia maldita, morimos por la boca dos veces, no sólo por lo que decimos, sino por lo que comemos, tanto así que hasta ayer escuché decir, que no había nada como un buen plato de pasta con carne, mayonesa, pan y una bebida gaseosa de cola.
Una Oportunidad de oro.
Desmontar toda la estructura "productiva" parasitaria, vividora y tramposa, esa misma que le permite al capitalismo hacer autopoiesis, es una labor impostergable, y otra verdad es que ese aparataje comercial en la actualidad se encuentra verdaderamente deslegitimado, pues ha demostrado su inoperancia a la hora solucionar problemas cotidianos de la gente. Incluso podemos decir que el problema mismo, lo ha generado el capitalismo rentístico y su lógica parasitaria. Es decir, ya no le podemos confiar a un cualquiera, "emprendedor privado" le llaman algunos, el abastecimiento de los alimentos del pueblo, y no nos referimos aquí al trillado capitalismo de Estado, hablamos de la consolidación de una verdadera red de distribución de alimentos en manos del pueblo organizado, con apoyo sí, del Estado, para garantizar el perfecto desenvolvimiento de un encadenamiento productivo que rompa con los monopolios y oligopolios, esos mismos que tanto daño le hacen a todas las economías del planeta.
Es una tremenda oportunidad para trabajar en función de otro modelo productivo, que reconozca al campesino como verdadero productor y se despliegue toda la capacidad instalada con la que cuenta el Estado, para que junto al poder popular organizado se tejan nuevas redes de procesamiento y distribución.

Datos reales
Pongamos como ejemplo sólo 4 experiencias de diferentes partes del país, tres en Mérida, municipios Libertador, Santos Marquina y Andrés Bello, y otra en la parroquia Macarao zona sur del Distrito capital, también del Municipio Libertador. Hay que destacar que cada espacio construye desde su potencial las formas organizativas necesarias para garantizar el acceso a recursos alimenticios, ya lo estamos viendo así, pero por sobre todas las cosas, son las comunas, con su espíritu solidario, con esa tremenda concepción de predicar con el ejemplo, quienes vienen asumiendo una responsabilidad titánica, en el marco del desbarajuste en el que se encuentra el mercado en nuestro país. Veamos lo siguiente:
En la comuna Bicentenario 16 de Septiembre, la cual se hace presente en las parroquias Domingo Peña y el Llano del municipio Libertador en Mérida, con 15 consejos comunales de la primera, más dos de la parroquia el Llano, sumando un total de 17, son atendidos por el PDMercal del sector, atendiendo además a 15 Consejos comunales de la parroquia Jacinto Plaza de este mismo municipio, esto sumaría 42 consejos comunales, con un promedio de atención diaria de 800 familias, por 5 días de trabajo, arrojan un total de 4.000 familias semanales atendidas nada más por éste establecimiento. Un caso similar ocurre en el municipio Santos Marquina, en el que se atienden 47 consejos comunales, con un promedio de 800 familias diarias, por 5 días a la semana, para un total de 4 mil familias por semana.
En Caracas, en el barrio Macarao, la modalidad varía, pues existen varias maneras de distribución de alimentos regulados. La existencia de un PDMercal tipo 1, el cual atiende a 21 consejos comunales, arroja una estadística de atención de 400 familias diarias, por 5 días a la semana, para un total de 2 mil familias atendidas semanalmente; además se cuenta con 6 bodeguitas de Mercal, las cuales cada sábado dan atención a 4 consejos comunales cada una, para un total de 400 familias atendidas en cada jornada; de igual manera, se atienden a 25 consejos comunales que están distribuidos en las 5 bases de misiones presentes en el sector y en un (1) segmento censal, para un total de 70 consejos comunales, los cuales son atendidos semanalmente y donde la organización de base juega un papel fundamental.
Claro que no todo depende de espacios de articulación con las redes de alimentos en manos del Estado, otras experiencias se desarrollan en el marco de propuestas autogestionarias, que requieren de un esfuerzo articulador entre el pueblo organizado y productores asociados, de los cuales algunos pertenecen a distintas estructuras de la comuna o simplemente son productores particulares, estos últimos, al igual que los primeros, interesados en consolidar espacios alternativos para el acceso a alimentos de primera necesidad, con una lógica radicalmente diferente al modelo del "súpermarket", huella de identidad de la sociedad de consumo mal alimentada. De esto expuesto, podemos dar cuenta, ejemplificando el trabajo que se viene desarrollando en el corredor comunal Characot Apirá, en el municipio Andrés Bello del estado Mérida.
Comunas como: El Tambor, Chupulun, Tres Raíces, Jesús Antonio Guerrero, Lomas Unidas de Macho Capáz y Carlos Escarrá, logran juntar sábado a sábado, alrededor de 7 toneladas en productos agrícolas de diversa índole y algunos productos procesados artesanalmente, para atender semanalmente a más de 400 familias, con mercados que varían de lugar cada 15 días (en el Macho y en el Bulevar de los fundadores). Ejemplificamos 4 experiencias, de muchas que se vienen desarrollando a escala nacional, esto nos indica que en la realidad el modelo distributivo y productivo, vienen transformando en la realidad al mercado local. En números reales, en éstas 4 experiencias se puede cuantificar la atención a 11.800 familias semanalmente, lo cual traducido a número de personas (5 habitantes por familias, que representa el promedio), estaríamos hablando de 59 mil personas, lo que representa el 0.2 % de la población total del país. En la descripción de 4 experiencias, de todas las que suceden y pueden suceder, números como estos auguran posibilidades interesantes.
Más trampas que ratones.

Sabemos que hay una conspiración en contra del pueblo, de la revolución, del socialismo, de la emancipación, en definitiva un pase de factura para quienes quisieron transitar por la senda de la liberación, y quienes la protagonizan tienen claro que la doble ganancia es vital para alcanzar sus objetivos, por un lado multiplican sus ganancias con los productos los cuales son sujetos a la especulación y por otro obtienen la ganancia política que bien requieren para instalar la idea del agotamiento del proyecto bolivariano.
Redes mafiosas bien estructuradas, se encuentran desplegadas por todo el país, falsifican guías de entrega, desvían mercancías, se la juegan para obtener ganancias exorbitantes, y si tienen que vender a su propia madre no duden que lo harán con tal de hacerse siempre, de la poca despreciable "doble ganancia".
Por otro lado muchas licorerías, poseen también el código de abasto, por tanto, pueden acceder a productos de la cesta básica, el problema está en que la mayoría de estos establecimientos, acceden a estos insumos, y ¡voilà! Venden nada más la curda al pueblo, mientras que los productos antes adquiridos por código de abasto van a parar al mercado bachaquero, la gente de esas comunidades no ve los productos a los cuales acceden dichos establecimientos, y los dueños de los negocios engordan sus ganancias poniendo los insumos básicos en el mercado ilegal.
La simplificación de la producción, de igual manera, viene a convertirse en una estrategia fundamental para generar caos, pues la poca producción reduce significativamente los bienes accesibles al público en general.
Por último, los clamores de la gente común, que se unen a las voces de los bachaqueros y a la de los escuálidos de oficio, quienes ya gritan por doquier, que deben eliminarse los clap's y toda forma de organización popular que combata a la especulación, el acaparamiento y las redes mafiosas de distribución. Todo lo que la revolución proponga debe ser cuestionado, incluso hay que olvidar la inoperancia del mercado Libre, para solventar situaciones desfavorables para el pueblo, como la que actualmente vive el pueblo venezolano.
En el marco de esa otra sociedad degrada de la trampa, no podemos dar ni un milímetro para que la desesperanza se posicione, es decir, no podemos desmejorar el servicio que por medio de la organización popular representa la distribución de los alimentos. No podemos avanzar en organización territorial y proveer de tres productos a la población en general, entonces estaríamos desperdiciando todo un esfuerzo solidario, pues aunque no se crea, toda la gente de éste país tiene sus expectativas puestas en el potencial que tienen los CLAP's.

Acordémonos que el CLAP, termina con "P" de producción.
El rentismo petrolero ha consolidado una cultura maldita, una mala cultura, precisamente esa que no refiere al trabajo productivo, una cultura del dinero rápido, que se traslada a la política. Le rendimos culto al dinero y despreciamos al trabajo, todos queremos vivir como nos dicen los medios de comunicación, todos queremos vestir de esa forma, de tal manera que para alcanzar esos objetivos la gente hace lo que sea. En ese sentido estamos viviendo un cambio de época, estamos a las puertas de dejar atrás todo lo balurdo de la cultura del individualismo, la cual por si misma es insostenible, por ello, no podemos permitir que los CLAP, conviertan al pueblo organizado, en unos bodegueros, y sin darnos cuenta terminemos afianzando la cultura rentista. Analizamos anteriormente cuatro procesos de organización popular, los cuales son ejemplo vivo de las nuevas formas de producción y distribución de alimentos.
Ahora bien, muchas de estas experiencias, aun no se han consolidado como CLAP's, son incipiente organización popular para garantizar el acceso a los alimentos, además de eso estas organizaciones han servido para combatir a los bachaqueros, quienes se aglomeran en establecimientos comerciales y aplicando el "praneo" se adueñan de la cola y de los listados, generando un caos tremendo en cada sector.
Posicionar la "P" de productivo en todos los sectores sociales, es la mejor herramienta para luchar en ésta guerra, para que no se señale únicamente como culpable del mal al bachaquero de clases populares (porque hay que decirlo, las principales redes de bachaqueros no están en manos del pueblo, hay una cantidad de dueños de abasto y de empresas que protagonizan esta forma de comercio ilegal), sino para que se haga hincapié en lo inservible y agotado del sistema económico rentista. Producción, autosustentabilidad y nuevas redes de intercambio solidario, pueden dar cuenta de mejores formas para consolidar el buen vivir.

*vocero de la Casa del Costurero.
Escuela Popular de Comunicación-EPC

sábado, 4 de junio de 2016

Una aventura comunera (y II)

 En un escrito anterior comentábamos como surgió la articulación que dio origen a la Red Comunal de Noticias, fruto del encuentro sincero de colectivos, comunas y consejos comunales. Las líneas que siguen son la continuación de ese relato...


Por Xavier Rodríguez (Vocero Casa del Costurero)

En ese andar, se parieron muchas ideas para visibilizar a la comuna, pero concretamente, para ayudar, para colaborar en el proceso de entender qué carajo es una comuna, qué carajo no es una comuna, desde las prácticas alejadas de fórmulas mágicas, desde su espacio tiempo, desde la asamblea, desde sus críticas a un estado cada vez más lejano a la construcción del socialismo, desde las críticas a una dirigencia torpe, ciega, sorda y muda, de vivir a Chávez en el cuerpo, desde cada territorio.



Desde cada mirada.

La posibilidad de encontrarnos, de juntarnos, para conspirar...
Así volvimos a encontrarnos en El vigía, en Palmarito y en Santa Elena de Arenales, recientemente. Un evento clarificador para unir esfuerzos se llevó a cabo en octubre de 2015, cuando nos reunimos Radio Ecos, Tatuy Tv y el Costurero junto a distintos vocerías comunales con las cuales veníamos caminando. Allí se revisaron distintas propuestas, se identificaron errores, problemáticas, desafíos. De esa mesa de trabajo nacen una serie de acuerdos bien definidos que dieron parto a Común, Red Comunal de Noticias, un experimento en lo comunicacional e informativo que parte de una red de reporteros populares, vocacionales, de formación incipiente, con vinculaciones reales con liderazgos locales, conocedores de los procesos que se desarrollan en el seno de las comunas del estado Mérida, en principio.

Ya con unos objetivos más claros, empezamos a enfocarnos en Común, como primera expresión de un ejercicio de consejo editorial desde el pueblo. Desde luego que han surgido muchos tropiezos, la posibilidad de forjar verdadera hegemonía comunal pasa quizás porque lo esencial se escapa a los focos de la opinión pública; quizás, porque, apenas nuestro aporte es una de las semillas germinadas de un largo acumulado organizativo; o quizás porque aún seguimos construyendo relatos desde la intemperie, mientras las bambalinas y confetis del progreso nos distraen de la organización.

Comenzamos a transitar los mismos caminos que nos habían llamado al comienzo, pero ahora en los camiones de la Empresa Gran Comunal de Producción, Distribución y Consumo de Alimentos, un parto en mitad de la tormenta, que busca consolidar muchos esfuerzos en materia productiva frente al tumor cancerígeno que representa el estado petrolero rentista.

Muchos son los problemas y dificultades surgidas en este transitar.


A un aumento de la producción de distintos rubros agrícolas, la distribución continúa siendo el principal obstáculo en el ciclo del encadenamiento productivo. Son historias donde las cosechas se han perdido por no poder transportarse oportunamente. Me lo dice Pinzón, campesino, con la tristeza que traen los recuerdos de vuelta, que afortunadamente se desvanecen cuando hablamos del ahora, de la posibilidad de que eso no vuelva a suceder, pues en cada territorio comunal, hay salida para esa producción en los mercados campesinos a cielo abierto.

Pinzón


Estos mercados comunales a cielo abierto se realizan cada sábado, a través de 10 jornadas simultáneas en distintos territorios, donde se reparten entre 15 y 20 toneladas de alimentos en los rubros de hortalizas y verduras, algunos productos cárnicos, cachama, así como la producción artesanal que se produzca, como es el caso de la Comuna Macho Capaz, donde junto a los jabones artesanales, se distribuyen productos lácteos.

Mercado campesino a cielo abierto en el corredor comunal Characot Apirat donde se ubica ala comuna Macho Capaz

Mensualmente, los mercados comunales suman más de 60 toneladas mensuales de la producción que arriman 30 comunas del estado Mérida. Lo cual representa anualmente poco más de 700 toneladas, según me comenta Adan Martínez, vocero agrario del Bloque Estadal de las Comunas en Mérida. Y la producción crece.


El compa Adan Martínez

Sin embargo, esto no soluciona del todo esta situación. Romper con la lógica mafiosa del mercado es una tarea pendiente, cuyo catalizador es una narcocultura que dirige de facto la subjetividad actual.



Definitivamente, las cosas han cambiado. Aquellas mujeres y hombres sin voz, sin posibilidad de mostrarse, ahora configuran relatos colectivos. Tal polifonía de saberes evidencian acciones comuneras, que terminarán consolidando una subjetividad particular, aún no definida, en génesis. Nacerán nuevas generaciones de rebeldes cuyo nido de origen serán estas prácticas de resistencia, insurgentes, germinadoras de posibilidades, laboratorios de socialismo.



Así dejo constancia, porque lo vamos construyendo juntxs.


Algunas direcciones para tener en cuenta: 


Comun.tk (Sitio web oficial)


Comun.ivoox.com (Todos los programas de radio para ser descargados y difundidos)