martes, 23 de junio de 2015

Un sistema de comunicación comunero

Por Xavier Rodríguez*

A lxs comunerxs que participaron en el 1er campamento comunicacional de comuneros en San Antonio de los Altos, por su poderosa capacidad de transformación.

Un sistema de comunicación comunero que no reproduzca la lógica del capital y la cultura del espectáculo, que no busque restaurar el capitalismo, por el contrario, que se convierta en su ángel exterminador.

Un sistema de comunicación que no sea un fin en sí mismo, que defienda y construya la comuna desde sus planteamientos y acciones, desde su espacio tiempo comunero, que el socialismo sea carne y verbo.

Un sistema de comunicación integrado por comuneros y comuneras, por activistas debidamente formados al calor de las luchas, coherentes entre el decir y el hacer, eficaces y cuidadosos con respecto a la defensa de la revolución bolivariana, suspicaces ante cualquier forma de infiltración enemiga en las filas revolucionarias por parte del imperialismo.

Un sistema de comunicación no partidista, aunque sus militantes provengan de las bases de los partidos aliados de la revolución bolivariana y de los movimientos sociales de toda Nuestra América.

Un sistema de comunicación amplio, con apertura de criterios y métodos eminentemente populares, no sectario, que busque sumar colectivos e individualidades como una forma de aniquilar a las cúpulas y oportunistas que desvirtúan el poder.

Un sistema de comunicación que construya un discurso germinado en la verdad, eminentemente parresiasta, crítico, dador de la nueva hegemonía comunal.

Un sistema de comunicación que nace de la subjetividad chavista, del nuevo sujeto histórico encarnado en el marco de una crisis medioambiental sin precedentes. Un sujeto ético con voluntad de poder, mujer y hombre nuevo necesarios para ejercer la revolución global. Un sujeto ético que reconstruye la espiritualidad necesaria para transformar cada día la revolución con una capacidad imaginante sin precedentes.

Un sistema de comunicación para la emancipación y la liberación, que no coloque todos sus fuerzas en lo mediático, sino que pueda construir las palabras, los gestos y las voces necesarias para ser cada vez mejores humanos.


Un sistema de comunicación que invite a pensar y amar, que no estimule el odio entre los pueblos, que reproduzca los mapas sin fronteras, que dignifique el Sur de los oprimidos y eche a volar la dignidad rebelde. Que de ser necesario critique y destruya la palabra sistema y plantee el nuevo vocablo, el nuevo fuego, la voz de mando insurgente, sin patriarcas, sin opresores. Una invitación a la vida con equidad y  justicia, con la comunicación originaria.



*Vocero de la Escuela Popular de Comunicación
Casa del Costurero de los Sueños Emancipatorios Eulogio Paredes
Mérida, Venezuela

martes, 16 de junio de 2015

Transnacionalización y ocupación del Esequibo: lo que hay detrás

por Franco Vielma

La disputa entre Venezuela y Guyana con respecto al Esequibo ha dado un giro significativo con el inicio de la transnacionalización del territorio y el mar territorial en disputa. Lo que sigue es una descripción de las cuestiones más profundas al respecto.
En 2013 las autoridades venezolanas detuvieron el barco Teknik Perdana con cinco ciudadanos estadounidenses a bordo. El buque llevaba a cabo una exploración en aguas disputadas por Venezuela y Guyana. El barco detenido era de exploración petrolera y operada por la compañía estadounidense Anadarko Petroleum Corp. Navegaba cerca de la isla de Margarita, realizando actividades de "sísmica", que no es otra cosa que la exploración y cuantificación de recursos hidrocarburos. Las autoridades venezolanas justificaron sus acciones diciendo que el buque detenido había entrado en nuestras aguas territoriales sin nuestro permiso.
El gobierno de Guyana acusó a la Armada venezolana de detener en sus aguas al barco y calificó el incidente de "amenaza para la paz" en la región. La cancillería guyanesa "condenó enérgicamente" el suceso ocurrido en aguas disputadas entre ambos países sudamericanos. Caracas rechazó a su vez las acusaciones de Guyana de que una de sus patrullas hiciera una detención en aguas guyanesas y, al contrario, le pidió una "explicación satisfactoria" al gobierno vecino por permitir el tránsito de embarcaciones en las que consideran aguas de su Zona Económica Exclusiva.
Este evento fue referencia a lo que ha sido un giro en la política de Guyana, que ahora se apresta al aprovechamiento de recursos en territorios y aguas que los venezolanos consideramos como nuestros, despojados de nuestro país por Reino Unido mediante el Laudo Arbitral de París en 1899.
Los recursos en la Guayana Esequiba
Según una publicación en el sitio web del Departamento de Estado de Estados Unidos, con actualización en febrero de este año, se reseña la existencia de una cuenca petrolera conjunta Guyana-Surinam, la cual tiene, según cifras aportadas por The United States Geological Survey (Servicio de Geología de Estados Unidos; Usgs, por sus siglas en inglés), el potencial de ser "la segunda reserva en cuencas inexploradas del mundo" sobre la estimación (hasta la fecha) de unas reservas probables de "15 mil millones de reservas de petróleo recuperable y unos 42 billones de pies cúbicos de gas". No se especifica, al menos en esta fuente, si tales reservas se encuentran concentradas en aguas o en tierra firme.
EEUU, por medio de su "cabeza de playa" Exxon Mobil, y de la mano del nuevo gobierno de Guyana, dirigido por David Arthur Granger (un general retirado formado en Reino Unido y con cursos en EEUU), asumen la tarea concreta de explotar las aguas en reclamación, enmarcando tales actividades en la política estratégica energética norteamericana.
Según lo señalado desde el Departamento de Estado Norteamericano, existe una colaboración activa entre Guyana y EEUU para tales fines. De acuerdo al plan de trabajo del Energy Governance and Capacity Initiative (Egci) –una instancia para el abordaje de la política energética transnacional norteamericana–, Guyana y EEUU han desarrollado un plan de trabajo que consiste en el ofrecimiento del gobierno de Estados Unidos "de una amplia gama de asistencia técnica y creación de capacidad para Guyana, la cual busca desarrollar regímenes financieros y regulatorios a los fines de solucionar problemas de capacidad de dirección que maximicen el potencial de desarrollo de los recursos potenciales de petróleo y gas en alta mar".
Dicho de otra manera, se trata de una política del gobierno de Estados Unidos la explotación y transnacionalización sistemática del Esequibo, prestando todos los recursos financieros y técnicos para eso. Pero esta situación comprende complejidades de mayor amplitud. La disputa global por los recursos naturales es uno de los elementos más significativos de la dinámica del capitalismo contemporáneo y de su lógica de acumulación. América del Sur es un espacio importante de esta disputa por la dimensión de las reservas de recursos estratégicos que posee y por su condición histórica de ser una región exportadora de materias primas. Guyana no escapa a esta realidad.
Guyana entra al concierto de naciones como país "poseedor de hidrocarburos", articulándose de manera concreta con la política estratégica norteamericana de abordaje y control de materias primas y energía, previsto así en su "National Security Estrategic Plan 2012" que proyecta a EEUU como centro de poder sobre las fuentes fundamentales a escala planetaria. Sólo en el aspecto de los hidrocarburos Guyana pasa a ser un elemento de particular interés norteamericano, descontándose con esta afirmación las posibilidades de aprovechamiento por parte de EEUU de los recursos minerales estratégicos que también se encuentran en el Esequibo, como el coltán, el uranio y el oro, cuyos volúmenes en la región no han sido determinados pública y transparentemente.
La transnacionalización y ocupación del Esequibo
Guyana delega a una potencia y a una corporación extraterritorial la explotación de recursos en disputa con Venezuela, y esto reviste una importante polémica dadas sus inconsistencias legales. En 1966, Venezuela y Guyana firmaron el Acuerdo de Ginebra, único acuerdo vigente que rige la negociación binacional sobre los territorios en reclamación. El Acuerdo de Ginebra es un acuerdo transitorio para llegar a una solución definitiva, muchos lo definen como "un acuerdo para llegar a un acuerdo", y aunque invalida el laudo de 1899, se mantiene el statu quo que de él derivó. Por lo tanto, el área en reclamación por Venezuela se encuentra bajo la autoridad del gobierno de Guyana hasta que no se resuelva algo diferente conforme al Tratado. Sobre esta interpretación, Guyana justifica la legalidad de la explotación de recursos en las aguas y tierras en disputa.
Pero por otro lado, el mismo Acuerdo de Ginebra dispone la creación de una Comisión Mixta binacional, que en estos momentos se encuentra desactivada. Guyana ha tenido mucho que ver en la inexistencia de dicha comisión actualmente, dado que ella ejecuta un marco de decisiones y competencias que contravienen el interés de Guyana de explotar recursos naturales en la zona en reclamación.
Una de las competencias fundamentales de dicha Comisión es la de activar lo dispuesto en el artículo V, numeral 2, del acuerdo vigente, el cual se hace referencia a la creación de "derechos de soberanía en dichos territorios". La explotación de recursos en un territorio sería, por cuestiones del derecho internacional comparado, un ejercicio del "derecho a la soberanía". Sin una Comisión Mixta que autorice tales actos, la explotación de recursos en el Esequibo es espúrea. La Comisión Mixta refrendaría las decisiones acordadas con la firma de los mandatarios de ambos países.
EEUU por medio de Exxon Mobil asume el aprovechamiento de mares y recursos en disputa. Sobre la vulneración de la soberanía venezolana y de la integridad territorial de Venezuela, Mónica Bruckmann explica las cuestiones de fondo en una de sus publicaciones sobre recursos naturales y geopolítica: "La disputa global por los recursos naturales y su gestión económica y científica, abre un amplio campo de intereses en conflicto en la región evidenciando, por lo menos, dos proyectos en choque: la afirmación de la soberanía como base para el desarrollo nacional e integración regional y la reorganización de los intereses hegemónicos de Estados Unidos en el continente".
El reacomodo de EEUU en Sudamérica se produce ahora afianzando su "Área de Seguridad Energética", ahora proyectándose hacia el atlántico venezolano, pues las aguas en las que Exxon realiza labores han sido decretadas como áreas de Defensa Integral Marítima Atlántica de Venezuela, según decreto publicado el pasado 27 de mayo, emitido por el Gobierno venezolano como respuesta equivalente a la disposición de Guyana de aprovechar recursos en disputa.
Pero la complejidad de esta situación comprende también las particularidades de Exxon Mobil en su abordaje y posicionamiento financiero, logístico, tecnológico y operacional en las aguas venezolanas violentadas. Exxon es una transnacional mundialmente conocida por operar en territorios ocupados, en disputa o en guerra civil. Mientras en Irak, Saddam Hussein era perseguido para ser capturado y ejecutado, Exxon ya colocaba sus activos para desarrollar operaciones de la mano de Halliburton. En Libia son acusados de prestar apoyo operacional y mantener colaboración con mercenarios que hoy controlan las instalaciones petroleras de dicho país. Las denuncias son incontables.
Exxon suele realizar operaciones acompañándose de un "componente de seguridad". Un eufemismo para lo que es poner en el terreno a fuerzas mercenarias paramilitares. Esto apunta a la enorme posibilidad de la colocación de fuerzas paramilitares extraterritoriales en las aguas venezolanas ocupadas y en los puntos de apoyo en tierra.
Por otro lado, como suele pasar en los acuerdos macropetroleros que EEUU realiza con los países poseedores del crudo, casi toda explotación de cuencas vírgenes (como es el caso de las aguas del Esequibo) implica la expansión y prolongación de las áreas de explotación. Esto infiere la posibilidad del desarrollo de nuevas áreas de exploración y posterior explotación en tierra firme en un corto plazo, vale decir, en las áreas de tierra firme de la zona en reclamación. Si Exxon amplía sus capacidades logísticas en el terreno, así lo hará su componente de seguridad, lo cual constituiría de hecho la abierta ocupación paramilitar norteamericana del Esequibo.
Casi todos los acuerdos petroleros desarrollados por EEUU traen consigo el componente militar. Es decir, estamos ante la probabilidad no sólo de la ocupación paramilitar y transnacionalización del Esequibo, sino también de su ocupación por fuerzas convencionales norteamericanas.
La política estratégica de seguridad norteamericana prevista en su "National Estrategic Security Plan 2012" supone la "protección" y "aseguramiento" de los activos de EEUU a escala intercontinental. El mencionado plan consiste en un manual a ejecutarse a nivel global, que señala la atribución de EEUU de actuar en favor de la protección de los bienes y personas públicos y privados estadounidenses en todo el mundo contra cualquier amenaza declarada o súbita. Bajo esta legislación EEUU actúa violando aguas territoriales en todo el mundo. Así actúan en el Cuerno de África contra la piratería somalí, con el frecuente empleo de la fuerza si uno de sus activos se ve comprometido.
Dicho de otra manera: si Venezuela vuelve a detener alguna embarcación gringa en nuestra Área de Seguridad Integral Marítima Atlántica que pretenda extraer recursos, la armada norteamericana se asume legalmente facultada para actuar con el uso de la fuerza. Y he ahí la cuestión de fondo: un escenario bélico es más probable con el propio EEUU que con la misma Guyana, la cual carece por sí sola de ciertos activos militares para ocupar y asegurar palmo a palmo las aguas en disputa.
Otra cuestión a considerar es la probable expansión de las áreas de aprovechamiento ilícito de los recursos del Esequibo, hasta las cercanías del río Esequibo, la línea de demarcación natural fundamental que delimita los territorios en disputa. Es muy probable que esto suceda con la colocación del componente paramilitar y con la colocación de elementos de las fuerzas regulares norteamericanas, léase bien, con bases militares a tres minutos de vuelo hasta Ciudad Bolívar y a 20 minutos hasta Caracas. Nos referimos al escenario de flanquear a Venezuela por el Atlántico y por el oriente venezolano, con el empleo de nuestro Esequibo como portaviones y base de operaciones con proyección a las áreas de aseguramiento energético venezolano, como la Faja Petrolífera del Orinoco.
En un preámbulo belicista de ocupación y usurpación de nuestros territorios, en Venezuela asumimos tomar las armas de la política, la razón y la historia a cuestas. Pero la situación está cambiando, nos quieren hacer "pisar el peine" de la guerra. También otra cosa es cierta: no son estos tiempos aquellos en los que Andrés Eloy Blanco señaló que habíamos perdido una quinta parte de nuestro territorio "sin disparar un solo tiro".

jueves, 11 de junio de 2015

El paro avisao, que no mata a soldao

por Carlos Rivas / Vocero Casa del Costurero




Ya ha sido ampliamente debatido el asunto del transporte en Venezuela, incluso gran parte de la militancia, hoy día tiene conciencia que éste, es uno de los nudos críticos que compone la trama que se desarrolla en el plano de lo económico. Digámoslo sin miedo, ésta Revolución no cuenta con un sistema de transporte público que permita garantizar la distribución de algunos productos básicos para el consumo, o un sistema que garantice la movilidad de la población, y eso traza las líneas de uno de los principales dramas de la “tragicomedia” económica.
Recuerdo que uno de los detonantes de aquella “fiesta candelera”, que conoce hoy la historia como el “CARACAZO”, fue precisamente el tema del transporte público, la subida abrupta de los precios del pasaje, lo que encendió la mecha de una historia que no culmina aun, que sigue viva y que se está reescribiendo desde lo más profundo del pueblo.
Los llamados a paro por parte del gremio de transporte, no son otra cosa que el siguiente paso, de una conspiración que viene desarrollando su curso y que encuentra su génesis en el asenso de la revolución Bolivariana como alternativa política a las viejas estructuras de dominación de manos de los poderosos de siempre. Es coherente, escondemos los repuestos de los vehículos, subimos sus precios a la estratosfera, luego culpamos al gobierno y lo extorsionamos, exigiéndole solución a un problema que generó la rastrera pseudoburguesía importadora, y poniendo al pueblo en jaque. El gremio del transporte, representado en su minoría por opositores, se reúne con Alcaldes escuálidos y de manera inconsulta, fija los precios de los pasajes, contribuyendo a asfixiar los bolsillos de los trabajadores. Hipócritas, que contribuyen a la inflación, y salen a protestar “por los altos precios de la cesta básica”.
Lo terrible es, que obligan a los transportistas conscientes los cuales sí quieren trabajar, al mejor estilo de los cabilleros de AD, a que se sumen a un paro que a todas luces pinta como una acción desestabilizadora en contra de la Revolución.
Ahora bien, las protestas iniciadas en el occidente del país, específicamente en dos municipios opositores y cercanos a la frontera, en San Cristóbal y en el Vigía, correspondientes a los estados Táchira y Mérida, parecieran manifestar, por debajo de la mesa, la “arrecherita” que se ha generado por la implementación del chip de control para el consumo de la gasolina, cosa incómoda, sobre todo cuando el jugoso negocio del contrabando, se ve afectado por el control al acceso del combustible.
Mafias articuladas, al mejor estilo de piratas de carreteras, actuando como cárteles, unen esfuerzos para adueñarse de las vías de transito, de la distribución de los productos, del traslado de mercancía, aumentando los precios de los fletes afectando de esta manera directamente los precios de los productos comercializables.
Sabemos que la situación del transporte es uno de los problemas más críticos que afronta la revolución, es decir no es posible hablar de soberanía, en el estado de indefensión en el que se encuentra el pueblo Venezolano, pues éste grupo de presión, puede motivar a la extorsión, tirando al traste todos los logros que ha venido alcanzando el pueblo Bolivariano.

Incompetencia de la empresa privada y del libre mercado:
Siempre se ha escuchado decir, sobre todo de parte de los pastores del mercado, que la empresa privada es quien genera la riqueza. Uno de los paradigmas para el desarrollo capitalista, ha edificado la idea que el empresario, individual, individualista e individualizado, compitiendo “libremente”, genera riqueza con la inversión de capitales, y que cuando el vaso se llena, gotea siempre para que el resto de la sociedad se beneficie del crecimiento individual, individualista e individualizado de dicho sector pudiente. Falso, todo un mito que es “sentido común” en la actualidad, difícil de cuestionar, pues el grueso de la población está convencida que esta es una verdad inmutable. Lo cierto es que no hay nada más falso que los argumentos desarrollistas del capitalismo, y lo que encontramos en la realidad, por lo menos en la venezolana, es una parranda de saqueadores, que reciben dólares del Estado, invierten un 15 %, y el otro 85 % de los dólares recibidos los revenden en el mercado negro. En todo caso, la riqueza la generan los trabajadores, mientras la pseudoburguesía, vive de la renta, y como caimán en boca e` caño, con sus fauces abiertas, esperan pacientemente para desarrollar su actividad especulativa, y de esa forma maximizar su ganancia.
No podemos vivir en más capitalismo, lo único que les hace falta es privatizar la salud, la educación, el agua, etc, (ya el transporte es privado), entonces, la crisis económica que vivimos es producto de la decadencia del modelo individualista, que busca ganar por dos lados, por un lado desde el punto de vista económico con la especulación y por el otro políticamente con la destrucción del proyecto revolucionario. No nos caigamos tanto a mentiras, vivimos en una sociedad de mercado, con atisbo de socialismo, experiencias incipientes que se disputan la hegemonía con la ideologia de la clase dominante. La clase dominante sigue siendo quien tiene el control de la economía y los medios de producción, esa misma clase social, que está poniendo en jaque al pueblo, esa clase social que tuvo en sus manos desde siempre el control de los dolares, la misma que ha controlado históricamente las importaciones, esa clase social que hoy muestra su incompetencia de garantizar la felicidad a las grandes mayorías. Es tal la incompetencia, que ni siquiera pueden garantizarle al pueblo la tranquilidad bajo el modelo de la sociedad de consumo que ellos mismos promueven; son un fracaso total, la Derecha venezolana, la historia lo ha demostrado, no serán más nunca una alternativa para éste pueblo.

¿Hay alternativas?:
Se acabaron, no hay alternativas; no hay, inclúso, posibilidades de hacer algo diferente mientras siga vivo el modelo capitalista rentista. De tal manera, que es urgente edificar un nuevo modelo políticamente sustentable y socialmente sostenible, que de cuenta de las necesidades de las grandes mayorías y dejemos atrás definitivamente la cultura del narco-contrabandista, que vive del Estado sin trabajar, afianzando la identidad “canibalezca” de la “viveza criolla”. La Revolución de esta manera, podría hacer una inversión importante en la consolidación de un sistema nacional de transporte público, que sirva como experiencia de una economía mixta, en la cual intervenga en Estado y el poder popular organizado, para controlar la distribución de productos estratégicos para el consumo del pueblo y garantizar la movilización del pueblo trabajador. Aunque se vienen dando pasos importantes en la materia, es necesario acelerar la marcha, para romper definitivamente con una situación que raya en lo vital para la prosecusión de la Revolución.
Una red de transporte público es fundamental, para contrarrestar la bola de nieve que se genera a partir de la ruptura de la cadena productiva, y evitar a toda costa extorsiones que pongan en vilo el proyecto revolucionario, de tal manera, que el fortalecimiento de la Misión Transporte, por ejemplo, no es otra cosa que la posibilidad de consolidar una manera distinta de actuar ante las mafias de las carreteras, a las cuales lo único que les importa es hacer billete. El transporte en manos del pueblo organizado, daría pie a una construcción diferente en términos políticos, sin duda alguna, esto serviría para el diseño de una red que combata la especulación y el acaparamiento. La pelota sigue en nuestras manos, pero debemos hacer contundente un plan que desarticule las bandas de parásitos que en lo único que piensan es en la máxima ganancia.
Hemos visto, somos testigos de los avances que viene desarrollando la revolución en materia de transporte público, la presencia casi nacional de los buses “yutong”, y la red que se comienza a tejer es evidencia de una política seria en materia de transporte. Es más, desde los consejos presidenciales, sobre todo en el ámbito de las comunas, se vienen adelantando propuestas para que sean los autogobiernos comunales quienes asuman una nueva red de distribución de distintos rubros a nivel nacional. Una red, articulada con la misión transporte, que mueva la producción nacional y que ponga en la mano del consumidor, a precios solidarios, productos de primera necesidad. Que ellos sigan con su desastre especulativo y ramplón, nosotros afianzaremos nuestra propuesta, responsable con el momento histórico que vivimos y consecuente con nuestro pueblo.
Y si nos joden, ¡¡¡es por descuidaos!!!

lunes, 8 de junio de 2015

El pueblo vs. El imperialismo

Por Xavier Rodríguez*


El pueblo. Trabajador y solidario, el pueblo venezolano es sistemáticamente agobiado para que sucumba a la neurosis, al descalabro, a la locura colectiva.


El enemigo invisible. Se disfraza, se oculta, se muda de lugar. Como en el lejano oeste, su desierto siempre es el libre mercado, árido y aterido donde todos sus recursos han sido devorados. Quiere su dinero a como dé lugar. Las balas disparan directo a la psique. De allí que quienes vivan en su poblado, tarde o temprano se tornan zombies.

La realidad virtual. En las simulaciones, verdaderos wargames de las redes sociales, se teje nuevamente el efecto acumulativo de la desgracia, del país enfermo, de la crisis insostenible, del colapso total de las instituciones, que buscan minar nuestra capacidad de acción y reflexión. ¿Acaso la virtualidad no ha contribuido considerablemente a alimentar este clima especulativo que se llama crisis, que se llama bachaqueo, que se dice insostenible?

El dólar. Pero... ¿Cómo es que el dólar que internacionalmente se ha devaluado año tras año, día tras día, en Venezuela es inmune a esa devaluación?

La guerra. Dicen los especialistas en los conflictos bélicos, que el éxito de toda guerra consiste en enfrentar a pueblo contra pueblo. Hermano contra hermano, en actos irracionales que puedan ocasionar desenlaces fatales, irreparables.

El enemigo aparece. Sí, por mucho que los dólares le provean disfraces, las costuras se van rompiendo, la formación e investigación de individualidades y colectivos aliados les va quitando el velo y la máscara a quienes se presumen imposibles de tocar.

Enemigo. Las mafias colombianas que disfrazadas de cambistas han convertido las operaciones cambiarias en sistemáticos ataques a la economía venezolana, con incidencia directa en la depreciación del Bolívar, en el tráfico inescrupuloso de los productos alimenticios, tristemente revendidos en Cúcuta y Maicao. Julito Vélez es solo una pieza del efecto dominó paramilitar.

Enemigo. La burguesía venezolana, orgánicamente parasitaria, infectados con el síndrome devoradólares, promoviendo una dolarización cual panacea, de terrible incidencia cultural, que tanto daño le hace al proletariado, lo aleja del debate necesario, lo distrae de las acciones verdaderamente revolucionarias. Su discurso ilegítimo tristemente confeccionado en el extranjero, refleja su incapacidad para pensar por sí misma, de allí su necesidad de aplicar recetas diseñadas por el FMI. Necesario observar y estudiar cada uno de los pueblos en la actualidad donde se han implementado tan brillantes soluciones, carcomidos por la miseria y el vasallaje infligido.

Enemigo. El opinólogo de oficio (economistas o no, de derecha o de izquierda) que haciendo uso de una retórica de manual, se aleja del tiempo comunal, del hacer y decir de las organizaciones populares, y contribuyen a configurar escenarios especulativos, a veces sin querer, a veces con premeditación y alevosía.

Neoliberalismo. Necesario visualizar las estrategias del neoliberalismo (fuera y dentro de nuestras filas), señalar a los traidores y recurrir a la acción directa para detener el desangre al pueblo.

Golpe a las operaciones psicológicas. Un pueblo alerta reconoce la estigmatización del proceso bolivariano y de sus figuras, la  estigmatización del socialismo para restaurar el capitalismo, la tentación de incurrir en prácticas corruptas y que van en desmedro del país.

Boicot. Al comerciante especulador, al revendedor inescrupuloso, al empresario vende patria, a todo aquel o aquella que quiera socavar nuestra humanidad defendiendo la usura como forma de vida. Un pueblo alerta es un pueblo que se merece respeto.

Bolívar. Defender al Bolívar como la única moneda para realizar transacciones de valor de cambio es defender la soberanía a todo nivel. Ningún pueblo vecino va a defender a Bolívar como sus hijos legítimos.

Florentino y el diablo. Como dijo Baudelaire "La más hermosa de las jugadas del Diablo es persuadirte de que no existe", pero bien pudo visualizarlo el comandante  Chávez cuando con las palabras de Florentino nos dijo “Ahora verán, señores, al Diablo pasar trabajo”

La victoria. La información en el marco de la comuna es ante todo conciencia e información crítica, análisis riguroso y formación permanente. Estas son las verdaderas bombas de instrucción masiva que tumban rumores, desinformación y cualquier tipo de desmoralización en las filas revolucionarias.

*Escuela Popular de Comunicación
Casa del Costurero


La dignidad rebelde no se compra y no se vende, Detalle, Tomás, artista de Chiapas, 2005
La dignidad rebelde no se compra y no se vende, Detalle, Tomás, artista de Chiapas, 2005