viernes, 1 de mayo de 2015

En el plano de la conciencia: ¿Quién gana cuando hay elecciones?


Por Fabricio Ernesto*
 
“Tenemos un record histórico en elecciones…” anunciaba nuestro Presidente Maduro desde su presidio en la pasada cumbre de las Américas en Panamá, fortaleciendo así esa idea que exalta a la democracia venezolana en tanto mayor sea el número de elecciones realizadas, y que fue posicionada internacionalmente desde los primeros años de gobierno del comandante Chávez, ese “Extraño dictador” como lo llamara Eduardo Galeano[i], quien sometió y refrendó su liderazgo en reiteradas ocasiones al sufragio popular. En este tiempo, el grado de politización y disposición a la participación electoral de nuestro Pueblo ha aumentado con voracidad, no cabe duda, basta revisar algunas estadísticas electorales al respecto, o mejor aún, levantar oído en conversaciones de bus o de bodega y compararlas con las de hace 20 años.
Sin embargo, celebrando ese salto, como visibilización de los invisibles de siempre, como bien dice el profesor Ochoa en su columnaContratiempo[ii], nos toca revisar de qué manera se “participa” y que efectos produce esta “participación” en la conciencia. Es difícil, luego de tantos años de exaltación, afinar dardos desde el chavismo contra el modelo de democracia liberal burguesa, esa de sufragio universal y sacrosanta división de poderes, importada desde Francia y añejada en reserva 1789, y que tantas veces hemos destacado como “indicador” de los avances de un también extraño proceso revolucionario.
Mientras tanto, la otra democracia, la verdadera, participativa y protagónica (como está asentada en el preámbulo de la constitución), se ha venido construyendo a pasos, muchas veces tímidos, bajo la luz del llamado al nacimiento de un Estado Comunal. Esta construcción no depende de coyunturas electorales, aquí la campaña es permanente y la pretensión auténtica, no es el arribismo, sino es el parto de un nuevo modelo, que supere el Estado Burgués y sus expresiones pseudodemócraticas.
Pero… ¿Qué pasa en tiempo de elecciones?
Quienes creemos en la verdadera democracia, votamos con criterio y sin mucho lio, y para que no sea un cheque en blanco, regresamos a la trinchera de la construcción cotidiana, lo hacemos como el cumplimiento de un mínimo deber, sólo eso. En cambio, la pseudodemocracia sigue exaltando al voto como el “máximo derecho ciudadano”. Como lo ven aquí algo no cuadra, cada visión promueve una cultura distinta, llegan las elecciones y las luces del espectáculo político toman un giro, ya no se habla de comunas sino de “postulaciones”, vuelven las prebendas, los shows, los afiches, las “chuletas”, las “macollas”, los “guisos” por muy “comunitarios” que sean, y el Partido, que debe estar cumpliendo su rol educativo y de vanguardia, despliega sólo su fachada electoral, para montar al candidato o candidata de “la línea”, que está “bien cuadrao” con grupos de poder dentro del chavismo. Las “campañas” son cada vez más, reproductoras de prácticas bien asentadas por la cultura adeca, llena de artistas, publicidad que es basura antes, durante y después de la impresión, promesas, y riñas entre militantes de un partido que en sus siglas lleva la palabra Unido, pero que después de cada proceso eleccionario se fragmenta mas y mas. Aquella propuesta de Reforma constitucional en el 2007, propuso cambios significativos en política electoral. No fue aprobada, tal vez por lo mismo, pero sería bueno retomarlas y replantearlas aún cuando a muchos no convenga.
Las recientes elecciones internas para las candidaturas a la Asamblea Nacional, no escaparon de esta tendencia, pues más allá de la buena pretensión de promover la participación de jóvenes y mujeres, postulados además desde asambleas de base, se impuso la lógica electorera y oportunista, en mucho de los casos, estas “asambleas”, no fueron tales, no hubo debate, no se discutieron perfiles, las características que debieran tener nuestros líderes, mucho menos proyectos, las rutas para avanzar al socialismo, ni propuestas para ser elevadas a la Asamblea Nacional. Ahora quedan doce (12) aspirantes por cada circuito electoral, a “echarse cuchillo” entre diez u once para intentar “llegarle cerca” a los de la “línea”.
¿Qué podemos hacer?
La militancia, el activismo político con dignidad, la construcción colectiva, generan una consciencia del trabajo, del deber y el compromiso con la sociedad, pero que los recurrentes carnavales electorales opacan y atropellan, reavivando muertos en ella que debemos definitivamente sepultar. Nos “adequizan”, nos deterioran la conciencia, el arma fundamental de un Pueblo.
Que el Pueblo participe mayoritariamente es plausible, pero que tenga herramientas y criterio para participar y decidir (no sólo en su ámbito comunal) sería revolucionario, pues no siempre por ser mayoría, ni por ser pueblo, vamos a tener plena conciencia y razón. Democracia no es mojar el meñique, votar por la pana, ni llenar marchas; para los revolucionarios la democracia debe definitivamente ser, la participación consciente de un pueblo en la transformación de todas las esferas de la vida pública. Desde lo comunal hasta los asuntos de impacto nacional e internacional.
Para la defensa de esta Patria ante las arremetidas del fascismo, y para la titánica tarea del parto de una sociedad socialista, debemos declararnos siempre en una Gran Campaña[iii], permanente, constante, contra los vicios de arribismo y oportunismo y por los valores más altos de ética y dignidad revolucionaria, contra la corrupción y por la transparencia, contra la demagogia y por la honestidad, contra los privilegios y por la austeridad, en fin, contra el Capitalismo y por el Socialismo.
Con o sin elecciones, esa debe ser nuestra campaña, debemos modificar las formas de participación, las lógicas electorales, que prefiguren el estado comunal del que tanto se habla.
@fabmarto / @tatuytv
* EPC Casa del Costurero, Tatuy Tv


[i] Ver “Ese extraño dictador” del pensador y escritor latinoamericano Eduardo Galeano
[ii]Ver “Democracia de los invisibles: ¿Una democracia mágica?” – Columna “Contratiempo” de Alejandro Ochoa en www.tatuytv.org
[iii] Ver “La Gran Campaña” propuesta ética y política para las elecciones parlamentarias de 2010 realizada por Integración Universitaria y Tatuy Tv.