sábado, 19 de diciembre de 2020

Espirales de saberes, una red educativa comunal liberadora por Xavier Rodríguez

"...¿dónde se aprende resistir? ¿en qué clase de escuela o de universidad?"
Roberto Bolaño


Ante todo me gustaría reconocer que no partimos de la nada. Nos mueve el afán de trascender el cúmulo de instituciones que la modernidad nos impuso en múltiples presentaciones. Las carencias, errores y alienaciones del sistema educativo tradicional nos permitió plantear un ejercicio de escuela, o contra escuela, al decir del gran Eduardo Galeano, en los espacios de la Casa del costurero de los sueños emancipatorios.


En principio, identificamos a la auto formación como un proceso transversal a toda nuestra experiencia organizativa, insistiendo y agitando a través de foros y seminarios, talleres, círculos de lectura, conferencias en vivo y en directo para estimular la conversa caliente, o través de lo virtual, adaptándonos a los nuevos lenguajes.


Seguidamente, nuestro horizonte de vivir y crear una experiencia de autogobierno nos hizo escribir las primeras líneas de un proyecto de escuela desde nuestro espacio, al cual llamamos la multiversidad: 

un instrumento formativo con y para el pueblo organizado, (...) que no reproduzca la colonialidad del saber (...) un sistema integral e integrado, que de cuenta del derrumbe de las barreras disciplinarias y que (nos) forme desde el y para el trabajo, generando conocimiento socialmente útil. Por eso quizá no pueda ser una universidad, y vaya un poco más allá, propiciando la ecología de saberes, dialogando como iguales con el conocimiento que produce el mundo.  ¡Multiversidad sería! porque es multívoca la palabra que construye, es colectiva y a su vez tiene un fuerte componente que nos invita a reinventar el poder. (VVAA, Escuelita Kostu Documento Preliminar, 2016. Documento sin publicar. )


Por ello, creemos necesario insistir en la constitución de una red de experiencias educativas en torno a la organización comunal, que funcione como un sistema libre de asociación e intercambio de saberes, donde nuestras niñas, niños y adolescentes puedan ser reconocidos como sujetos de derecho, su voz tenga valor, sus decisiones, rango de acción, su liderazgo se forme con plena conciencia de su voluntad de poder.

Hemos pensado una red de experiencias educativas planeada en forma de espiral, donde participen, en principio, las comunidades de aprendizaje y unidades productivas conformadas en los siguientes núcleos de desarrollo comunal: 

  • La casa del costurero, por su experiencia en la construcción de la multiversidad y reconocido espacio formativo cultural de la Comuna Bicentenaria 16 de septiembre (edo. Mérida). 
  • Comuna Che Guevara, proceso de organización campesino alrededor de su EPSD y de la cooperativa COLIMIR (en la localidad de Tucaní, municipio Caracciolo Parra Olmedo, edo. Mérida).  
  • Comuna El maizal, por su aporte al reconocimiento de niños y niñas, maizalitos, como base fundamental de la organización comunitaria, así como su experiencia en la Escuela de Formación política, ideológica y técnica (municipio Simon planas, edo. Lara). 
  • Instituto agro ecológico latinoamericano Paulo Freire, tomando en cuenta la experiencia de la Escuela itinerante decolonial y el reconocimiento de la infancia como elemento medular para el proyecto comunal bolivariano y rodrigueano (municipio Barinas, edo. Barinas). 

Una red educativa comunal que no se circunscribe a un solo territorio, que contempla el desplazamiento, del centro del país al occidente, de la sierra nevada a los llanos, hasta llegar la Sierra de los humocaros. En vinculación directa con el parlamento comunal, para el seguimiento de sus procesos y transformación de las instituciones comunales. Donde cada sujeto vaya moldeando su malla curricular de acuerdo a sus acciones, discursos, experiencias. Donde construyamos o ayudemos a crear, un sistema público en línea de experiencias educativas comunales, para su acreditación y certificación.

Algún ejemplo debemos aportar como movimiento comunal, comunero, a la valorización de la infancia y la adolescencia como política de cuidado colectivo. Partamos de estos acumulados organizativos, ejemplos de socialismo, para echar a andar un sueño consciente. La decadencia del sistema educativo liberal burgués, profundamente colonizado, racista, moralista y machista, se aprecian en las marcas de la desocupación, en el abandono del campo, en el triunfo del micro tráfico y en la deserción desmovilizadora y despolitizadora.


Escuchemos y aprendamos de nuestras comuneritas y comuneritos, garantía de más poder para el pueblo.

 

Xavier Rodríguez. 



viernes, 18 de diciembre de 2020

Las infancias como germen de la comuna

 José Luis Omaña

Simón Rodríguez le dio a la primera infancia el estatus de sujeto histórico de la revolución política. Con niñas y niños acostumbrados a autogobernarse se construye la toparquía, se construye el proyecto del poder popular bolivariano.

El autogobierno comunitario se aprende desde la infancia. La educación popular es la vía para lograr ese aprendizaje, y la escuela pública comunitaria es el lugar de su realización.

Hablamos de la escuela entendida como motor del nuevo sistema social, corazón y eje de la trama política y económica comunal. La escuela al servicio del proyecto productivo, científico y filosófico de la comuna. La escuela que reproduce los valores y el espíritu del estado comunal, desde sus infancias, con su propio currículo, con su propio proyecto pedagógico.

La primera infancia es la base de la construcción de la comuna. Es la garantía de su estabilidad política de largo aliento, la garantía de su trascendencia y de su porvenir.

Las y los comuneritos son los cimientos del Estado Comunal.

"Comiéncese el edificio social por los cimientos no por el techo. Los niños son las piedras", escribió Simón Rodríguez.

Cada comuna podría darse a sí misma la escuela que necesita, y así poner a germinar la semilla humana de su propio destino.

La propuesta de Rodríguez es la de colonizar el territorio con sus propios habitantes (comenzando por los más empobrecidos) a través de la escuela como espacio-tiempo para forjar en la gente, desde la infancia, la costumbre de autogobernarse a partir del principio de alteridad e interdependencia común-unitaria. A punta de una costumbre así, la solidaridad humana sería instintiva.

Es una propuesta política y pedagógica muy sencilla que hasta ahora no hemos podido realizar del todo debido a la dependencia del lugar que ocupamos en el sistema-mundo, asunto este que el mismo Rodríguez denunciaba en sus escritos.

viernes, 30 de octubre de 2020

Los Bloqueos, Los Anti-bloqueos y el derecho de todo un pueblo a ser libres y soberanos.


Por: Carlos Rivas.

El debate que se ha abierto en el marco de la aprobación de la Ley Anti-bloqueo para el desarrollo nacional y la garantía de los Derechos Humanos, una Ley constitucional, en el marco de la constituyente, nos parece de extrema importancia para el país, más aún en medio de la situación crítica, por la que atraviesa nuestro pueblo. Abrir espacios para el debate profundo, se convierte en una urgencia, más aún cuando se está planteando una revolución, que debe ser valorada por la dirigencia, pues estamos seguros que en medio de la tormenta de ideas que se generan, muchas de ellas pueden dar luces para seguir trazando sendas libertarias, que al mismo tiempo den al traste con la "opinología del desastre", de quienes en muchas ocasiones, por la crudeza del momento, pierden (perdemos) las perspectivas, obviando, que nuestro país está luchando en contra de imperio más asesino que ha conocido la historia de la humanidad. En todo caso, no queremos desmeritar ninguna de las opiniones dadas, pues tan válidas son las de los/as intelectuales, científicos/as, de la dirigencia política, como las del chavismo de base, o de quien le tocó en algún momento acostarse sin comer, lo cierto es que éste debate será trascendente en el tiempo, y lo poco o mucho que hagamos en la actualidad será recordado en los tiempos venideros, como una posibilidad real de cambio estructural de nuestra sociedad.
Hay que hablarle claro al país, y al mismo tiempo dejar abierto el camino, para que las dudas que surjan desde las profundidades del pueblo puedan ser aclaradas y que bajo ningún concepto se mancille la senda hacia la construcción de una nueva sociedad, llamémosla socialista, o trans-moderna, pero que de al traste definitivo con la vorágine capitalista a la que hemos sido sometidos a lo largo de nuestra historia. En ese sentido debemos dar muchos saltos en lo que a Anti-bloqueos se refiere, ya con la promulgación de la Ley, avanzamos en lo jurídico, ahora debemos hacerlo en el plano de lo subjetivo, labor mucho más cuesta arriba, pues lo que está en cuestión es nada más y nada menos que la superación de un modelo civilizatorio, re-productor de la dependencia y el colonialismo.
Hemos tenido la oportunidad de leer (y re-leer) la Ley, y muchas otras opiniones que se han escrito sobre la Ley, todas de sumo valor, como por ejemplo, algunas alrededor del derecho constitucional, desde la economía, desde la rabia cotidiana, en nuestro caso, en este texto nos corresponde hacer un breve análisis desde lo histórico, haciendo hincapié a lo relacionado con la ciencia y la tecnología, sin embargo, no dejaremos de lado la necesaria incorporación de una semántica del Anti-bloqueo, pues estamos convencidos que en este sentido tenemos mucho por decir y por hacer.    

Bloqueos.

Absolutamente nadie, puede negar la existencia del imperialismo. Ha sido bastante documentada la existencia del mismo, desde que el mismo Bolívar hizo las denuncias correspondientes tanto al imperio español, como al emergente imperio estadounidense, que en aquel momento ya plateaba su doctrina, en la que enarbolaba la idea de que América (en este caso la América toda), sería para los americanos (del norte), pasando por el mismo Lenin, cuando expuso en una de sus obras la idea de que el imperialismo no representaba otra cosa, que la fase superior del capitalismo; hasta vivirlo en carne propia con aquel asedio en nuestras costas de flotas enteras para bloquear a nuestra patria, por haber reclamado tímidamente en 1902, la imposibilidad de saldar viejas deudas y el pago justo por el petróleo que recién se explotaba en nuestro territorio, sumado al desplazamiento de la vieja clase política "caudillesca" que en otrora controló política y económicamente al país. Se registró que la historia se desarrolló en los siguientes términos:

… la New York and Bermudez Company, Concesionaria estadounidense de asfalto en el lago de Guanoco, entregó dinero a Matos (viejo Caudillo) para organizar la revolución; pero otros capitales también facilitaron recursos, entre ellos la compañía francesa de cables submarinos y la compañía alemana del ferrocarril Caracas-Valencia, quienes proveyeron asistencia en varios aspectos.                               Esperaban a Matos en el poder para ver favorecidas las inversiones y fines del capital extranjero. Matos arreglaría cuentas con los tenedores de bonos, empresas, súbditos extranjeros y casas comerciales y Bancos en los cuales tenía intereses el mismo Matos (Carrero, 2010; p. 284).    

Lo ocurrido en aquél momento, a inicios del siglo XX en las costas venezolanas es reflejo del actuar de varias potencias que estaban ya en disputa por la hegemonía global, Alemania, Inglaterra, Francia y los Estado Unidos, imponían al resto del mundo las reglas del juego económico, y quien no las cumpliera al pie de la letra, se convertía en un "dictador" para la narrativa hegemónica emergente, por tanto había que someterse, agachar la cabeza y aceptar el destino manifiesto impuesto por el mercado. Para entonces la disputa no estaba únicamente en Venezuela, la intención era el dominio de la región, y sus recursos estratégicos, habían intereses para el momento por controlar el naciente canal de Panamá y todo lo que significaba el control del comercio inter-oceánico.                          

… El cobrador con el recibo y el esbirro con el cañón se juntan de nuevo, como figuras frente a nosotros, en aquella coyuntura. La crisis brotó de dos fenómenos que allí se juntaron. El desorden interno de Venezuela, fruto de la descomposición de una sociedad oprimida y dependiente y el nacimiento del imperialismo como sistema mundial de dominación coincidieron en el bloqueo imponiéndole al país vibrantes días de cólera e incertidumbre ante los cañones extranjeros (Rangel, 1999; p. 139).      

De esta forma, la planta insolente, esa que está viva y que tiene otras máscaras, profanó el suelo sagrado de la patria a principios del siglo XX. Sin embargo, el proceso del desarrollo de los "bloqueos" siguieron su curso, ahora en el plano de lo cultural, cognitivo y científico. La dependencia y el neocolonialismo definitivamente se consolidaron en el transcurso de los siglos XIX y XX, y por supuesto, dejaron importantes secuelas en lo estructural de nuestras naciones. En ese sentido, han sido múltiples las denuncias que se han hecho, en diferentes momentos, sobre esta situación que devino, producto de años de dominación imperial sobre nuestros territorios. De tantos ejemplos que podemos dar, hagamos referencia a los documentos, denuncias, ponencias y algunas declaraciones y resoluciones de lo que fue el congreso cultural de Cabimas, celebrado en el Estado Zulia en el año 1970.
Este evento aglutinó a una buena cantidad de intelectuales, artistas y cultores que habitaban a lo largo y ancho del territorio nacional, juntos decidieron desarrollar éste congreso en la ciudad de Cabimas, por ser un ícono de la industria petrolera. En ese congreso participaron buena cantidad de personajes de la vida pública nacional, todos unidos en contra de la dependencia y del neocolonialismo, pues para el momento "teníamos" un industria petrolera que generaba bastas riquezas al Estado, pero paradógicamente se "desarrollaba" el subdesarrollo del país. La dependencia se hacía cada vez más sólida, al punto que el ministro Bruzual, para aquellos años afirmaba que nuestro país debería dejar de catalogarse como integrante de la OPEP, para formar parte de otra categoría que debiera denominarse OPIP, pues ya se consolidaba otra "organización", la de Países Importadores de Pasgüatadas. El Grupo "Ciencia para la Acción", en entrevista hecha para el congreso, afirmaba que:

En los países desarrollados el avance científico está en estrecha relación con el "avance económico", entendiendo este último como el perfeccionamiento de los mecanismos productores de capital sin implicar una mejor distribución de las riquezas. En otras palabras se trata de dejar claro que, en los países desarrollados, la ciencia está vinculada con la ideología de la explotación, cuya expresión fundamental lo constituyen, por un lado, la "sociedad de consumo" y, por el otro, el militarismo destinado a conservar, mediante la guerra, esa sociedad de consumo (Rivodó; 2017; p 71).      

Claramente, estudiosos como Rodolfo Quintero, y los participantes en dicho congreso, sumado a una buena cantidad de intelectuales, cuestionaron en profundidad la cultura de la dependencia y la subordinación que el petróleo venía consolidando en el país, aquella imagen del Musiú, que hablaba ingles en el campo petrolero, con la firme intención de que los locales no supieran en lo absoluto de los procesos y procederes tecnológicos relacionados con la industria, representaba un agravante a nuestra soberanía. No era nuestra la industria, no eran nuestros los procederes, no era nuestra la tecnología, ni siquiera era nuestro el capital que tamaña industria generaba, pues como nunca antes, nuestra patria sufría los vejámenes de la fuga de capital. Preguntas sin respuestas, "bloqueos" (en este caso culturales, mentales) impuestos para nuestro desarrollo soberano, fuga de cerebros y de capitales, hacían de nuestra patria un paraíso para la expoliación. Venezuela se convirtió de esta forma en territorio de "Mujeres hermosas" exhibidas en certámenes de belleza, núcleo central para la producción de telenovelas que inundarían la nueva cultura impuesta a lo largo y ancho de América Latina, y en tierra fértil para los negocios y el crecimiento económico de forma vertiginosa; algunos la conocieron como la Venezuela Saudita, la de la borrachera del dinero, aquella que se dejó estafar hasta por falsos Jeques. ¿Y nuestras Universidades? ¿Y nuestros Científicos? ¿Y la Soberanía? Eran preguntas fastidiosas, trasnochadas, hechas por los profetas del desastre, aquellos que advirtieron, que si al país le arrebataban los ingresos petroleros, podría llegar a ser una nación tan pobre como Somalia.
Afirmaban entonces, en el Congreso Cultural de Cabimas, que era imposible que la Ciencia y la tecnología, por su estado de subordinación, sacaran al país del atraso, la pobreza y la dependencia en la que se encontraba, para que ello fuera posible se necesitaba un cambio político en el país, que diera una lucha titánica contra el imperialismo (2017; p. 221). Para decirlo con Enrique Dussel, nuestros países se fueron convirtiendo en sucursales del saber producido en los grandes centros del capitalismo global, y nuestros centros para la producción científica, se dedicaron en buena parte a hacer malas copias de un saber que estaba más al servicio de los intereses de las grandes potencias, salvando honrosas excepciones, en contraposición de lo que realmente el país y el pueblo Venezolano requerían con urgencia.

Los Anti-Bloqueos.

Ya lo había dicho Gramsci en algún momento, la revolución será cultural o no será. Empresas de propiedad social, Grupos de Intercambio Solidarios, cooperativas, Fundos Zamoranos, Núcleos de Desarrollo Endógeno, Leyes del poder popular, Plan de la Patria, Plan en ciencia y tecnología, y un sin fin de otras propuestas que han dejado una basta experiencia en cuanto a nuevas posibilidades societales, han sido elevadas con el mayor compromiso social y político con el país, sin embargo, pudiéramos decir, sin temor a equivocarnos, que algo ha faltado. ¿Cómo hacer verdaderamente y en profundidad un ejercicio decolonial, que nos permita plantear nuevos horizontes epistémicos? ¿A partir de qué o cuáles principios podemos construir nuevos paradigmas para mirar y entender a la sociedad desde lo complejo? ¿Ciencia liberal o libertaria, Conocimiento Libre o solidario, tecnologías desarrollistas o soberanas? No sabemos, no tenemos todas las respuestas. Sin embargo, es necesaria la pregunta. Si preguntamos, dejaremos de obedecer a la costumbre como los necios, de esta forma daremos rienda suelta a la duda que nos inquieta. Preguntemos sobre todo lo que nos rodea. Hagámosle preguntas a nuestro sistema educativo, a la "tradición" gastronómica del supermercado, al sistema de salud, a la producción de alimentos, al modelo económico, a lo que concebimos como riqueza, a la ciencia, a los científicos/as, a los/as maestros/as pueblo, a los/as Tecnólogos, a la dirigencia, a los/as Subalternos. Hagamos preguntas sobre los bloqueos y los anti-bloqueos, sobre nuestro sistema jurídico, de esta forma, estamos seguros, encontraremos nuevos rumbos, mucho más democráticos, políticamente viables y socialmente sustentables. Dejar de ver al mundo desde las separaciones propias de la ciencia moderna occidental, representa uno de los grandes retos a los que estamos sometidos en éste nuestro tiempo, por tanto mirar la totalidad de los procesos sociales, ambientales y eco-sistémicos, puede dar cuenta de otras formas de saber, que nos ayuden a salir del bloqueo cognitivo impuesto por el Eurocentrismo occidental al sur y al trópico global.  
Recientemente se ha publicado en el marco del proceso constituyente una ley de carácter constitucional, la cual es denominada como Ley Antibloqueo para el desarrollo y la garantía de los derechos Humanos, en esta Ley, se abordan elementos de sumo interés para la sociedad Venezolana, en el marco de los ataques desarrollados en contra de nuestra patria, más ahora cuando el discurso imperial, cargado con todo el peso de la degradación que evidencia la decadencia de su propia hegemonía, y que al mismo tiempo representa un peligro extraordinario, pues los ataques han puesto en turbulencia a la cotidianidad misma del venezolano todo. En ese sentido, Las finalidades de la Ley recién aprobada, son bastante explícitas, como por ejemplo, dar rienda suelta a procesos de lucha colectiva, por alcanzar aquello que el presidente Chávez denominó el bien más preciado, LA INDEPENDENCIA. En el artículo 3 de la mencionada Ley, en su numeral #2, se afirma textualmente, que entre otras cosas la finalidad de esta herramienta jurídica es: Favorecer un desarrollo armónico de la economía nacional orientado a generar fuentes de trabajo, alto valor agregado nacional, elevar el nivel de vida de la población y fortalecer la soberanía económica y tecnológica del país, en los términos previstos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en la Ley Constitucional del Plan de la Patria. Además de lo anterior, se hace hincapié, en la necesidad de generar un conocimiento pertinente (Art. 16), que haga levantamientos científicos de los efectos que los ataques contra el país generan a la población, pero también que se puedan generar procesos de producción de saber para avanzar en la construcción de nuevos horizontes, que nos permitan romper las cadenas del neocolonialismo cultural. En ese sentido, se persigue desarrollar inversiones importantes en diferentes áreas del ámbito económico, social, cultural y científico tecnológico, para alcanzar entre otras cosas la soberanía y la independencia tecnológica (Art. 18).
Finalmente es mucho lo que podemos decir de la Ley, desde los elogios y las miradas detractoras, sin embargo, lo que no podemos negar es que con la aprobación de la ley Antibloqueo, se abren posibilidades sumamente interesantes para la investigación en el marco de avanzar hacia la posibilidad de superar la dependencia científica y tecnológica de un país como el nuestro, sometido a una relación cultural de enclave. Tocará en este caso, embestirnos con los fueros sólidos de los argumentos, para defender los Derechos Humanos, y empezar creativamente a plantear soluciones a los problemas presentados por un país bajo asedio.  

Se agotó el tiempo. Seamos parteras/os del nuevo mundo.
             
Avanzar, es dar cuenta de la construcción de herramientas y procesos que nos permitan sanar las heridas profundas que se han abierto en nuestro pueblo, producto de una infinidad de acciones que lastiman las esperanzas cotidianas de las mayorías, especialmente a causa del grosero ataque a nuestra patria, en sus múltiples modalidades, desde la infinidad de estrategias empleadas por el imperio más poderoso del mundo, ese mismo que se ha caracterizado por ser el más genocida, que a sangre y fuego pretende imponer a la humanidad un modelo civilizatorio que a todas luces surge como inviable en cuanto a la aspiración burguesa del crecimiento sin techo, aun a sabiendas de que en el planeta existen recursos finitos.
A propósito de las posibilidades, las cuales pasan por el desarrollo de las capacidades propias para afrontar la crisis generada por el Bloqueo económico y cultural al que ha estado sometida nuestra patria, saludamos con gran optimismo la convocatoria hecha por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e innovación de la República Bolivariana de Venezuela, Sobre el Impacto integral de las sanciones políticas, económicas y financieras aplicadas a la República Bolivariana de Venezuela. Esta convocatoria, resulta ser una oportunidad para el estudio profundo de nuestra situación actual, en sus términos históricos, epistémicos, coloniales, pero al mismo tiempo podemos dar cuenta de las consecuencias de esta arremetida en contra de nuestro pueblo, revisando el impacto que estas medidas arbitrarias han ocasionado en el ámbito educativo, en la salud, la alimentación, teniendo en consideración 5 ejes estratégicos para el desarrollo de los planteamientos investigativos: 1) Ciencia tecnología y Sociedad; 2) Estado, Gestión pública, seguridad ciudadana y poder popular; 3) Demografía, Población y Sociedad; 4) Educación, Comunicación, Cultura y Entretenimiento; y 5) Economía: Energía, Ambiente,  Finanzas y Oferta Monetaria.
De esta forma, construir propuestas, labrar senderos propios, se hace imprescindible, porque ya el sur global ha demostrado ser victima de políticas monetaristas neoliberales, con el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y otros organismos financieros al servicio de los intereses del imperialismo, destrozando soberanías y esperanzas de los pueblos, afianzando la dependencia y el neocolonialismo en territorios que desde hace tiempo se vienen planteando posibilidades contrahegemónicas.
Pudiéramos, preguntarnos, ¿Dónde se inserta La ciencia, la tecnología y la Innovación en medio de éste combate por la soberanía? Sabemos que ha sido labor central del Ministerio De Ciencia, Tecnología e Innovación, Impulsar procesos de investigación, innovación y Desarrollo, buscando el diálogo de saberes entre lo formal y lo empírico, entre lo académico y lo popular, con la visión de construcción de saberes pertinentes y socialmente útiles para la solución de problemas que afectan a la cotidianidad. Estamos en sintonía, al decir que no se trata de negar ningún tipo de conocimiento, incluso estamos luchando contra lo que Boaventura de Sousa Santos denomina pensamiento Abisal, precisamente para superarlo, para dar cuenta de nuevas concepciones del saber, donde lo "desconocido", o lo históricamente negado pueda participar en la creación de posibilidades contrahegemónicas en el marco de la lucha Antiimperialista. En ese sentido los planteamientos por parte del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, buscan la construcción de nuevas categorías Onto-epistémicas, Trans-modernas para decirlo con Dussel, pues se propone la superación del modelo rentista dependiente, para dar paso a una posibilidad del desarrollo endógeno solidario y descolonizado, con tecnologías propias, autónomas, e independientes. Propiciar el diálogo entre los saberes científicos, en términos trans-disciplinarios, en franco reconocimiento con otros saberes del ámbito humano se convierte en una ruta a seguir, más cuando a nuestro país no le queda sino la opción de la creación cognitiva, elegimos el estilo CREA, ese del que habló Varsavsky como herramienta para avanzar hacia la construcción de la nueva sociedad. La pandemia del covid-19, los ataques del imperialismo a nuestros país y la ley del Anti-bloqueo, la cual comentamos anteriormente, generan un potencial lugar para la reflexión y la puesta en escena de planteamientos que permitan revertir los efectos propios de una situación de convulsión social, psicológica y de salud como la que genera la circunstancia a la que nos somete la realidad presente.
En ese sentido, el post-rentismo debe dar cuenta de un nuevo modelo económico, más solidario, que fortalezca nuevas relaciones sociales entre las comunidades o entre los sujetos que a ellas pertenecen, por eso, desde hace tiempo, y con lo que fue la propuesta de La Misión Ciencia, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación viene empujando hacia el fortalecimiento de procesos de escalamiento en materia productiva, tanto privada como colectiva, como del fortalecimiento de nuevas formas de concebir lo productivo, desde lo que es la economía solidaria y comunal, hasta la digitalización de las nuevas posibilidades productivas, todo esto con el firme objetivo de superar la característica parasitaria del Estado Rentista y avanzar en la producción tecnológica que necesita nuestro país en la actualidad. Activar los "centros de tecnólogos" a nivel nacional, crear nuevos Programas Nacionales de Formación que atiendan el asunto de la ciencia, la tecnología y la Innovación, y fundar centros de investigación y de estudio para el desarrollo tecnológico con pertinencia y socialmente útiles, puede ser una labor central para la consolidación de nuevos procesos que defiendan la soberanía, desde una concepción diferente del desarrollo de las fuerzas creadoras y productivas del país.  
El Ministerio, en esta convocatoria para la investigación, está haciendo un llamado a la construcción de nuevos referentes cognitivos, está invitando a hacer un ejercicio integrador entre la ciencia y las políticas públicas, pero fundamentalmente está abriendo una posibilidad paradigmática transformadora,   la cual tiene que ver con el desarrollo de la "comunalización" de la ciencia, la cual entienda que la defensa de la vida forma parte de un ejercicio integral y sistémico. Salud, Ciencia, Tecnología, Industria, agroecología, Alimentación, Ambiente, Turismo, Formación, Finanzas, Historia, sociedad, política, cultura, entre otras, forman parte de un listado, que sabemos es mucho más amplio, el cual debe ponerse en diálogo permanente con la posibilidad de profundizar nuestra búsqueda por la soberanía, en ese contexto, la Ley Anti-Bloqueo, debe convertirse en herramienta para alcanzar estos fines supremos.                                                        
El mesías del norte se ha quitado la careta, y hoy le conocemos su rostro cargado de horror. Se agotó el tiempo, por ello debemos hacernos de las herramientas necesarias, que nos permitan mañana, abrir las grandes Alamedas, por las que transite la mujer y el hombre libre, en búsqueda de la tan soñada alborada.
 

Referencias:
Carrero, Manuel. Cipriano Castro, Soberanía Nacional e Imperialismo. Colección La Expresión Americana. N°32. Fundación Biblioteca Ayacucho. Caracas. 2010.  
Rangel, Domingo Alberto. Cipriano Castro, Semblanza de un Patriota. Editores Mérida. Serie biografías-Historias-Documentos. Caracas. 1999.  
Rivodó, Joussette y José Luís Omaña (comp.). Memorias del congreso cultural de Cabimas.  Editorial el Perro y la rana. Plan nacional de formación de la lectura. Caracas. 2017.



sábado, 26 de septiembre de 2020

La Casa del Costurero de Los Sueños Emancipatorios “Eulogio Paredes”. Un acercamiento a nuestra Historia Local I.


Por: Carlos Rivas.


Con éste escrito damos inicio a una reflexión que siempre habíamos tenido pendiente, y que seguramente le estaremos dando múltiples interpretaciones, en ese sentido, estaremos produciendo una serie de escritos que pretenden ir sistematizando la historia de una Organización social comunitaria que está en marcha, en construcción permanente, y que nos ha legado una experiencia sumamente enriquecedora, practicando el hacer transformador, para desde el reflexionar en profundidad, sobre nuestro propio andar, sobre la política regional, los escenarios nacionales y el contexto internacional, avanzar en la consolidación de un proyecto histórico que sea consecuente con las aspiraciones más sentidas por el pueblo humilde, entendiendo al mismo tiempo que esas dimensiones geográficas forman parte de un todo que es dinámico y complejo.

Hay que reconocer, que la historia Local, su reflexibilidad y su permanente construcción colectiva es el ejercicio más potente para construir identidad, por tanto, es desde la identidad en permanente interacción con la acción transformadora las dos claves centrales para hacer comunidad, pues lo comunitario es lo común, lo que compartimos y sentimos, lo que amamos y nos da emocionar, lo común es el ejercicio del cara a cara, es el ejercicio de la solidaridad práctica. Se construyen sujetos históricos también, desde lo comunitario, es decir, edificamos subjetividades solidarias que defienden el territorio, construyen proyectos comunes para el resguardo y el auto-cuidado, el acompañamiento, el abrigo del necesitado, el trozo de pan al hambriento y el vaso de agua al sediento. Hay finalmente un esfuerzo por defender la vida.

Muchas subjetividades, personalidades y emocionares confluyen en la Casa del Costurero, y desde ahí, desde el reconocimiento de la diversidad, partimos con la firme idea de consolidar un proyecto integral comunitario, que sirva de herramienta para realizar las aspiraciones colectivas de la comunidad y solventar necesidades reales sentidas por los vecinos de Santa Elena, ubicada en el Municipio Libertador del Estado Mérida. Teniendo en cuenta todo eso, haremos un recuento histórico de lo que ha sido esta lucha comunitaria, la cual tiene una raigambre de más de 40 años de lucha por la consolidación de un proyecto comunitario, que se ha valido de la cultura, como herramienta transformadora.

Es necesario, según el planteamiento anterior, abrir una página de reconocimiento al trabajo del Frente Cultural "Aquiles Nazoa", una agrupación coordinada por Eulogio Paredes, que se planteó la cultura como forma de resistencia, y que junto a "Cascarita", Atilio Avendaño, "Nato" Avendaño, Coromoto Zerpa, Lourdes Rodríguez, Alí Toro, "El Oso" Miguel, Gerardo Marquina, Santiago Puente, "Cheo" Rondón, "Goyo" Quintero, Eduardo Paredes, y tantos otros, sumaron esfuerzos para hacer organización por medio de la cultura, al mismo tiempo creyeron en una posibilidad diferente, desde la alegría, organizando permanente actividades comunitarias en el sector. Sobre ésta importante génesis de la organización comunitaria, hablaremos en otra entrega.

Volviendo al tema de la casa, encontramos que mucha gente se pregunta, si en la casa del costurero se confeccionan piezas de vestir, otros se preguntan sí ese nombre tiene que ver con alguna empresa que hace sábanas o cualquier tipo de lencería las cuales sirven para cubrir piezas del hogar. Para aclarar el panorama, en necesario afirmar que en la casa del costurero no confeccionamos piezas textiles, por el contrario, tejemos sueños emancipatorios, la casa del costurero tiene éste nombre, porque ella misma, como espacio físico, tiene una raigambre histórica, es re-semantizada en este tiempo, a partir de su propio proceso vital. veamos.

Esta casa, en los años 80' y 90' del siglo pasado, que para el momento era propiedad del señor Salomón Contreras, siempre prestó sus espacios para actividades comunitarias. Varias de ellas son emblemáticas, como por ejemplo, el funcionamiento del grupo ecológico Tatuy y el ya mencionado Frente Cultural Aquiles Nazoa, los cuales operaban desde un pequeño rincón de la casa. En otro de sus espacios funcionaba la escuela de labores, adscrita al ejecutivo estadal, en la que se impartían cursos de corte y costura; estos se desarrollaban en un gran salón que estaba equipado con máquinas de coser, teniendo gran impacto para la comunidad, por esta razón la gente del sector, identificaba ya para el momento a la casa como el costurero popular. Muchas mujeres de la comunidad participaron en estos talleres, con la intención de formarse en el oficio de la costura, para solventar la materialidad cotidiana de sus familias.

Con el pasar de los años, ya entrado el siglo XXI, la casa fue hipotecada por su dueño, y comprada por el ejecutivo regional (Gobernación del Estado Mérida), este espacio ahora en manos del gobierno regional, fue totalmente abandonado, por ello, las fuerzas vivas de la comunidad decidieron recuperarla y ponerla al servicio de la misma. Recordamos, que por medio de la Dirección de políticas Integrales de la Gobernación del Estado Mérida, se le estaba dando atención a una serie de ciudadanos en condición de calle, sin embargo, como el acompañamiento institucional fue prácticamente abandonado, la experiencia derivó en una situación conflictiva para la comunidad.

Fue así cuando los consejos comunales y algunas otras organizaciones del sector, comenzaron a organizarse, a aglutinar fuerza y preparar la recuperación de la casa, con el firme objetivo de desarrollar un planteamiento local para el autogobierno comunitario. Un debate que aún está vivo, y que sigue vigente, pues debatimos con la vieja cultura política, aquella del clientelismo, aquella que propició el control social por medio de la política paternalista del Estado Rentista, cuestiones que estamos conscientes debemos superar.

La conquista y la construcción de éste proyecto integral comunitario está enriquecido de múltiples anécdotas, vivencias y experiencias sobre las cuales tenemos que teorizar para re-conceptualizar nuestro propio devenir histórico local, para teorizar sobre nuestro propio andar, para construir conocimiento desde lo que nosotros mismos hemos sido capaces de construir en nuestra comunidad, en ese sentido, el anecdotario es infinito y forma parte no sólo del conocimiento, sino de la reflexión profunda, que como sujetos históricos debemos hacer. Recordamos, por ejemplo, cuando soñábamos en tener un espacio comunitario en el que pudiéramos desarrollar un proyecto integral que incluyera a todas las voces de nuestra comunidad y que nos permitiera labrar una Senda propia, donde no necesitáramos a los políticos de oficios, y pudiéramos construir libertad a partir de la comunicación, de la educación liberadora, del encuentro, de la generación de proyectos transformadores, donde el reconocimiento del otro partiera de la necesidad de aceptar de que hay distintas maneras de mirar al mundo, un proyecto en el que podíamos tender puentes comunicacionales, para poner en diálogo las similitudes éticas, aquellas que defienden la vida, y de esta forma avanzar juntos hacia la construcción de nuevas posibilidades.

La casa del costurero, ha sido fruto de múltiples luchas, procesos que se han venido dando a través del tiempo y que hoy día se traducen en la construcción de un proyecto integral comunitario, cada vez más incluyente, cada vez más democrático, cada vez más horizontal, plagado al mismo tiempo de profundas contradicciones, pero en esencia, un lugar en el que se reivindica la defensa de la vida. Para éste proyecto comunitario, es importante defender la dignidad en el trabajo, es importante defender el derecho a la comunicación, a la educación liberadora, a la construcción de una paz social que tiene que ver con el reconocimiento de las múltiples visiones que existen sobre la ética y la política.

Dentro del anecdotario que tenemos por contar, recordamos aquellas luchas de niños, padres y madres aglutinados en un simoncito comunitario en el sector Santa Elena. Los niños y niñas estaban siendo desalojados por los dueños del inmueble (y aquí hay otro cuento, que después desarrollaremos), el cual se encontraba para el momento buscando posibilidades para el desarrollo de su práctica cotidiana. Encontramos la casa del costurero, vacía, era el año 2010. Así planificamos una marcha simbólica de niños y niñas, que no pasaban de los 4 años, con tambores, pitos, maracas, marchamos por toda la comunidad hasta llegar a la plaza Miranda de Santa Elena, lugar en el que se encuentra ubicada la casa del costurero, nuestra sorpresa fue, que al llegar a la casa, que para el momento estaba en manos del ejecutivo regional, encontramos apostados a sus afueras, un piquete anti-motín de la policía del estado Mérida. Recordamos que aquella acción del Estado nos causó sorpresa, pues habían salido dolientes de un inmueble en absoluto estado de abandono, seguramente, decíamos que era interés de un burócrata, que no quiere hacer nada con ella y hacer todo lo posible para que ella le quede a él como bien personal. Especulaciones propias del movimiento popular. Sin embargo, los hechos no desencadenaron en violencia, pues en ese momento aquellos niños y niñas, junto a sus padres y madres, y quienes apoyamos esa lucha, no teníamos piedras, no teníamos palos, teníamos solamente una inquietud, y buscábamos posibilidades para su resolución.

Otra anécdota importante para nosotros, fue cuando tuvimos que ir a reunirnos con el director de políticas integrales, para ese entonces, año 2011, de la gobernación del Estado Mérida, para solicitarle muy respetuosamente, nos brindara la oportunidad de hacer uso de los espacios de la casa, para desarrollar un proyecto comunitario, en conjunto con los movimientos sociales del sector, los consejos comunales, y otras fuerzas vivas; para el momento la respuesta de aquel burócrata elegante y perfumado, fue decir que la comunidad no estaba preparada para asumir todo ese espacio, y que en reconocimiento de nuestra solicitud, nos daría una pequeña oficina, de 5 metros por 5 metros, la cual representaba un pequeño Rincón de toda la casa. Salimos de aquella reunión un poco decepcionados, de brazos caídos, con los sueños por el piso, pues la actitud de aquel burócrata era determinante para el momento, mirando al movimiento popular con desprecio, e incapaz de asumir un espacio como el de la casa. Sin embargo, nos dimos cuenta, a partir de ese momento, que no pediríamos nada, y ganaríamos todo si asumíamos la lucha de conquistar el espacio, por ello, ganó fuerza la idea de tomar el cielo por asalto, y conquistar sueños a partir de la organización social y la posibilidad de edificar un proyecto integral en los espacios de la casa, que para entonces seguía en estado de abandono.

Fue significativa para nosotros, la vivencia ocurrida, cuando una noche en medio de una asamblea de ciudadanos, la gobernación del Estado Mérida envío a un emisario, quien posteriormente se convirtió en un muy buen amigo nuestro, a que explicara un proyecto que la gobernación estaba construyendo para el abastecimiento de los comedores de todas las escuelas estatales del Estado Mérida. Escuchamos pacientemente la exposición de aquel compañero, y luego de culminada, le dijimos que ya era tarde, que la comunidad había decidido construir su propio proyecto histórico en esos espacios, y a partir de allí se inició un proceso de planificación participativa, donde se diseñaron desde el uso de los espacios, el fin de la casa, hasta la construcción del nombre que le daría identidad a la casa. Recordamos que en aquella discusión se hicieron varias propuestas que se pusieron sobre la mesa, para que fuera elegida en colectivo la que encontráramos más idónea para la casa, por ejemplo, surgieron planteamientos como el de casa Tatuy, casa Aquiles Nazoa, casa comunal de Santa Elena, casa Maestro Heriberto, todas las anteriores, propuestas hermosas, sin embargo, resultó que la casa tenía ya su propia identidad, la comunidad la conocía como el costurero popular, por tanto decidimos re-semantizar esta idea, y respetar su propio devenir histórico, por tanto desde aquel momento se decidió darle el nombre de La casa del costurero de los sueños emancipatorios "Eulogio Paredes". Dejaba de ser, de esta forma el taller de corte y costura que había sido hasta el momento, para dar paso a un espacio en el que se tejen sueños, un espacio que se ponía al servicio de la construcción de nuevos horizontes, sumado a ello, un lugar que sirviera al mismo tiempo para rendir tributo en vida a quien le había entregado su vitalidad a la lucha por la cultura y la comunidad, se trataba de Don Eulogio Paredes, quien a nuestro juicio merecía tal reconocimiento. Reconocer la dinámica histórica local es fundamental para abrir posibilidades de construcción de identidades comprometidas, co-responsables y participativas.

De esta forma, estamos seguros que tenemos todavía mucho por hacer y que hemos cometido muchos errores en nuestro andar, sin embargo, hemos caminado y estamos avanzando, cada día más, con mayor contundencia, con mayor legitimidad en la construcción de nuevas posibilidades comunitarias. Construir poder se ha convertido en un reto, en un reto que muchos boicotean, y a veces hasta auto-saboteamos, un reto en el que muchos no creen, un reto que sin duda alguna está abriendo las esperanzas en cuanto a la construcción de nuevos modelos políticos, de nuevos modelos sociales, nuevos modelos económicos, de nuevos modelos educativos, de esta forma, como todo gran proyecto tiene detractores, y al mismo tiempo cuenta con un grupo de compañeros y compañeras que reflexionan permanentemente desde el andar transformador, compañeros y compañeras que aman y se comprometen con lo comunitario, compañeros y compañeras que se piensan y re-piensan permanentemente, compañeros y compañeras que trabajan con ahínco y con tesón en el cuidado comunitario, en el manejo de las emociones y con la firme idea de que la solidaridad, puede efectivamente dejar de ser un discurso lastimero.

En la casa del costurero, la cual pertenece a la comuna Bicentenario 16 de Septiembre, hoy día, después de diez años de lucha, NO creemos en la política de vitrina, no queremos mostrar únicamente lo bueno, e idealizar nuestro propio proceso, lo que queremos hacer evidente, es que desde el trabajo colectivo existe la esperanza para la construcción de un mundo de nuevas posibilidades, que se traduzcan en acciones contra-hegemónicas, subalternas, y que dignifiquen la vida humana en el planeta. Nuestra historia está en construcción permanente, y seguiremos labrando senderos, en el que los humildes asumen el lápiz, y empiezan a escribir su propia historia.





jueves, 20 de agosto de 2020

Entre ofuscación y Números.

Carlos Dürich

En los últimos días la dinámica de nuestro presente nos ha llevado a ser testigos atentos y participantes de los profundos debates que recorren las entrañas de la izquierda en Venezuela. Debates que no hacen más que traducir en palabras la lucha de clases (real, no imaginaria) que atraviesa la sociedad y la política venezolana.

Uno de ellos fue sobre el tema económico. Jesús Faría y Pasqualina Curcio fijaron posiciones en torno a la posibilidad o imposibilidad de un sueldo digno, en un debate que evidencia el horizonte insalvable que define hoy la economía venezolana: la desigualdad.

Por definición la desigualdad en el ámbito económico se traduce en una desigual participación en la distribución de la ganancia o de la riqueza y con lo anterior una dispar captación de la rentabilidad por parte del capital sobre el trabajo dentro del proceso de circulación y valorización. En resumidas cuentas, un acto visceral y formal de explotación en lo productivo implica una mayor participación de capital estable (maquinaria, capital, tecnología, etc) que de capital variable (salarios). Todas las anteriores son dinámicas sobredeterminadas, por lo tanto no pueden dejar de cumplir su dinámica repetitiva de generación de desigualdad. No se puede simplemente confiar en el mercado, en los designios de un Dios proveedor o al beneplácito o complacencia de una burguesía revolucionaria para su disminución. Es una pugna de clases y por lo tanto es la lucha de clases la que puede romper dicha dinámica.

En este marco hay dos posibilidades de acción. La primera es la apropiación del proletariado de los medios de producción, y la segunda la utilización de mecanismos del Estado liberal burgués para forzar una lucha indirecta o coyuntural contra la desigualdad. Como no quiero ser tildado de izquierdista, radical, desorientado o no pragmático, no me detendré en la primera posibilidad y profundizaré en la segunda, aprovechando que seguimos en el contexto de un Estado liberal burgués.

La economía en general necesita un marco con una distribución más o menos equitativa de la riqueza, para que sus actores al momento de intercambiar en el mercado puedan establecer vínculos dinámicos y equitativos. Esto lo saben hasta los propios liberales. No han sido en vano las recientes quejas de FEDECAMARAS contra la desigualdad. No es un acto de remordimiento sino el reconocimiento de un problema.

Los Estados (incluyendo el venezolano) tienen algunas herramientas para afrontar dicha problemática. Las más comunes son los impuestos o las políticas fiscales y tributarias (cualquier economista recordará haber escuchado de esto en clases de macro-economía con el amigable nombre de "Teoría del Ingreso"). Estas políticas pueden ser progresivas, lo cual quiere decir que genera mayor captación fiscal entre la clase más pudiente para establecer una distribución entre las clases más desfavorecidas. Puede ser de forma directa por medio de retribución o bonificaciones salariales, o indirecta por medio de la inversión social en salud, educación, vivienda, etc. Por otra parte, también se pueden hacer estas políticas regresivas, generando una menor o nula captación de impuestos en las clases más pudientes de la población o reduciendo el gasto social in sito.

Cabe destacar que mientras mayor sea la desigualdad en una sociedad, más se hacen necesarias políticas fiscales progresivas. No sólo por una obligación moral, sino también (!y escuchen bien los empresarios!) por un asunto estratégico económico. La distribución considerablemente desigual del ingreso no permite la nivelación progresiva de los índices de productividad de los diferentes sectores de la economía, lo que constituye un hecho concomitante del desarrollo económico. O para utilizar términos marxistas, el proceso de producción necesita del consumo para desatar el proceso de valorización. Entonces, más allá de la moralidad inherente en el principio de redistribución, existe un mandato estructural dentro de la economía de mercado para generar una política fiscal progresiva.

Según las últimas aspiraciones en el terreno económico establecidas por el gobierno, el desarrollo de nuestra economía está en primer plano y esto se intenta lograr supuestamente a través del desarrollo y crecimiento de nuestro mercado interno. Es importante aclarar que en una economía que se intenta desarrollar, la tasa de inversión y la de consumo deben impulsarse simultáneamente, porque es indispensable estructurar el mercado interno para soportar establemente el crecimiento de la propia producción y la diversificación cualitativa de las tasas de inversión y de consumo.

En cristiano, esto significa que es imposible aspirar a un crecimiento sustancial del mercado interno si los usuarios de ese mercado interno no cuentan con un ingreso que sea paritario con su producción.

Por lo tanto, la preocupación de Curcio con respecto a los salarios es perfectamente válida y yo añadiría honesta y revolucionaria. Acá me permito servir como abogado del diablo e intentar defender a Faría. El constituyentista sostiene el peligro demagógico y izquierdista (curiosa contradicción en un comunista tan poca valoración por la lucha salarial) de que el problema del salario ofusque el sacrosanto problema del bloqueo, resaltando los esfuerzos heroicos del gobierno por mantener la inversión social como principio fundamental del presupuesto nacional. Finaliza con la reflexión obvia (para él) de que el bloqueo no permite un aumento de los salarios motivado a los riesgos en la estabilidad económica que el aumento significaría.

En primer lugar, comparto la posición de Faría, de la cual Curcio es consciente también, de que el bloqueo nos deja poco margen de acción. También existe el hecho inequívoco de que en las actuales condiciones, y por la lógica del capital, un aumento de sueldo mal estructurado termina simplemente siendo asignado a los costos de producción e impactando directamente en la capacidad de consumo del propio trabajador.

Sin embargo, no quiere decir lo anterior que no se pueda generar una política de sueldo protegido, o que no puedan generarse políticas para encontrar recursos para un aumento. Curcio explica con el famoso ejemplo de la torta la participación en la riqueza de los 3 grandes sectores de la población (trabajadores, sector privado y Estado). Insiste en la disparidad crónica que viene creciendo en la distribución de dicha riqueza, y la conclusión pareciera ser establecer un política de pugna por la participación social en la riqueza (una lucha de clases encubierta). Señala muy lúcidamente el problema y apunta a una solución, pero es necesario un paso más firme.

Es necesario que el Estado reconozca activamente su condición de protector del aparato constitucional de Derecho y Justicia formulado en el Artículo 2 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), al mismo tiempo demandar lo designado en el artículo 19 con respecto al principio progresivo de los derechos otorgados en la mencionada constitución, y por ende exigir las políticas necesarias para velar por el cumplimiento del artículo 91 (derecho a un salario digno). Menciono esto de pasada no por un afán demagógico, sino como preámbulo a mis recomendaciones.

La primera recomendación es llamar a un debate nacional sobre el tema del salario, el régimen fiscal, la inversión y el uso del los recursos. Dicho de otro modo, retornar al principio participativo y protagónico del proceso bolivariano. Este debate podría estar dirigido por una comisión que a la cabeza tuviera a Pasqualina Curcio, como sugirió José San Roz.

La segunda recomendación es la total y absoluta auditoría del todo el aparato estatal, amparado en el artículo 51 y 141 de la Constitución, con la intención de evaluar los auténticos recursos del Estado. Es decir, ponerle números a la economía venezolana, auditar la Corporación Venezolana de Petróleo, revisar situación fiscal de las empresas mixtas, transparentar la actual situación de PDVSA. Revisar el cumplimiento del articulo 86 de la CRBV sobre los remanentes de capital y de su disposición en la ley.

La tercera recomendación es la puesta en funcionamiento de una auténtica política fiscal progresiva y sectorial donde los impuestos estén en proporción a la renta. Esto implica aumentar los impuestos a los más acaudalados y a los monopolios, revisar todos los impuestos derogados a la empresa privada desde el año 2018, verificar sus auténticos beneficios en la generación de empleos y producción, y de ser negativo el balance retomarlos. De igual modo, establecer un alto arancel, por los menos de 50%, a las importaciones de artículos de lujo. El objetivo sería crear un fondo especial de emergencia con estos recursos específicos dirigidos a los sueldos.

Por último, generar una auténtica política de protección al consumo del trabajador, exigirles a las empresas que ofrezcan bienes de primera necesidad la obligatoriedad, en conjunto con el cuadro nutricional, de establecer un cuadro de desglose de gastos de producción, donde se especifique porcentajes de costo de los distintos factores de producción, y en base a él se establezca un sueldo. En el sector público, y por medio de los fondos fiscales de emergencia, establecer un sueldo valedero y digno.

Estos son mis humildes aportes al debate que se debe realizar. Todas las anteriores son políticas viables con o sin bloqueo. Creo que la revolución debe estar de cara a los pobres y no a los empresarios, abogo por un política fiscal progresiva y no regresiva, creo firmemente en la posibilidad de una sociedad de derechos y no de privilegios.

Quisiera despedir este escrito saludando al camarada Jesús Faría, felicitándolo por su esfuerzo desde el escenario de la política y despidiéndome como corresponde entre comunistas con una cita de Marx, que seguramente conocerá. Se trata de un fragmento del Capital, específicamente del Capítulo VII del Tomo I, correspondiendo a la Cuota de Plusvalía en el apartado Examen del Valor Producto

"[…] el capitalista afirma sus derechos de comprador. De otra parte, el carácter específico de la mercancía vendida entraña un límite opuesto a su consumo por el comprador, y, al luchar por reducir a una determinada magnitud normal la jornada de trabajo, el obrero reivindica sus derechos de vendedor. Nos encontramos, pues, ante una antinomia, ante dos derechos encontrados, sancionados y acuñados ambos por ley que rige el cambio de mercancías. Entre derechos iguales y contrarios , decide la fuerza."

Cada uno decide que posición quiere jugar en esta historia. No existe escenario fuera de dicho conflicto, la única opción es la toma de posición


sábado, 13 de junio de 2020

Responsables con el futuro, construimos desde abajo y adentro.


Por: Carlos Rivas.


Advertencia, esto no es un artículo de investigación objetiva, no es una nota seria. Este escrito está absolutamente sesgado por nuestra pasión política, que es la revolucionaria.

En la casa del Costurero de los sueños emancipatorios "Eulogio Paredes", Venimos construyendo caminos desde el año 2011, muchas ideas han sido parte de la cotidianidad de este espacio, un pequeño rincón digno de la ciudad de Mérida. Consecuentes con la lucha del pueblo, solidarios con las necesidades del pueblo trabajador, en esta organización comunitaria transitamos, con nuestras propias contradicciones, por caminos espinosos que tienen como horizonte despejar la incógnita de hombre-mujer en libertad, sin embargo estamos plena y absolutamente convencidos que para lograr esto es necesario tener la barriga llena con la ternura de un pan.

Hemos cometido muchos errores, y estamos convencidos que en los tiempos venideros cometeremos más, quizá de mayor impacto de los que hemos cometido hasta ahora, pero el poco o mucho aprendizaje adquirido durante estas largas jornadas de trabajo nos abre posibilidades para seguir caminando con la gente, sumando voluntades y empecinarnos en la idea de que es posible liberar el trabajo, planificar la producción para la satisfacción de necesidades del pueblo, y generar recursos para re-invertir en nuestra comunidad, fortalecer lo organizativo, lo comunicacional y consolidar un espacio pedagógico transformador.


Empresa de propiedad social directa comunal. Una herramienta para el trabajo liberador.

Decidimos activar la producción de pan y arepas para nuestra comunidad. Un país que se organiza a partir del trabajo es un país productivo, un país que sueñe con producir para alimentar, es un país que hace poesía, un país que trabaja diariamente para solventar desde el trabajo las necesidades básicas de los seres humanos, es un país que próspera, un país que entiende que la riqueza es fruto del trabajo colectivo y que la apropiación de esa riqueza es un robo, es un país consciente.

Volvemos otra vez a ponerle las manos a la masa, volvemos otra vez al trabajo. Hay mucho camino andado, muchos compañeros y compañeras han aportado a esta construcción colectiva, unos siguen empecinados, otros han buscado nuevos horizontes, pero ¡seguimos avanzando!

Reafirmamos la convicción, que nuestra producción está destinada a alimentar a nuestra comunidad, no soñamos como el explotador, pero tampoco pensamos como el vencido. No hacemos eco del pensamiento derrotista, ante el pesimismo intelectual, avanzamos con el optimismo de la voluntad, una voluntad transformadora, una voluntad consciente, una voluntad que entiende que en los procesos sociales radica la posibilidad de transformar la realidad. Trabajamos en colectivo, trabajamos por nuestra comunidad.

Muchos actores están detrás de nuestro trabajo, entre ellos el apoyo del gobierno Bolivariano por medio de La SUNAGRO, quien desde nuestro inicios nos ha prestado la mano y toda la solidaridad para avanzar desde lo comunitario. Hoy día, sin ningún tipo de maquinaria, a mano limpia (porque no robamos, trabajamos), hacemos al rededor de 200 Arepas Diarias, 150 Paledonias y 30 panes, todos a precios solidarios, y según rumores del lugar de producción, la gente que trabaja en la panadería "Pan Pal pueblo", afirma que van por más. Ganas y compromiso diario demostrado cada mañana. Sin embargo, hay muchas cosas más que discutir, más allá de los números.

La realidad que vivimos en una realidad compleja, lo sabemos. Es una realidad que tiene altibajos, es una realidad en la que la incertidumbre forma parte de la cotidianidad. No es lineal. No es fácil para pequeños emprendedores salir adelante, mucho menos para consolidar una orgánica comunitaria, pero el tesón, el esfuerzo, la necedad, la insistencia, la constancia, rinden frutos cuando el trabajo se hace desde el corazón, por tanto consideramos que hoy día buscar nuevos senderos, NO con la mirada de la rentabilidad productivista y explotadora, sino que sean emancipatorios, senderos, no que generen ganancias apropiables por una minoría, sino que generen felicidad colectiva.

Sin duda alguna, éste es un tiempo que nos brinda la posibilidad de reinventarnos, de mirar de nuevo nuestro andar, de vernos en nuestro proceso vital y de reflexionar sobre los elementos que tienen que ver con el futuro. Hay que producir, para satisfacer necesidades. Producir desde la planificación, desde lo colectivo, para la soberanía, para la independencia y la autonomía, hay que producir bienes materiales tangibles y también reflexiones intangibles, es decir estamos ante la necesidad de sistematizar cada uno de los procesos en los que estamos insertos para poder construir una Nueva visión del saber, uno hecho y delineado desde nuestro vivir, desde nuestro actuar transformador. Debemos sistematizar y re-conceptualizar cada uno de los procesos en los que estamos implicados como sujetos transformadores, porque nuestro andar transformador, debe ser la materia prima para edificar el nuevo conocimiento para la transformación social.

Si hacemos un ejercicio analítico, con alguna de las teorías sociales existentes, encontramos, por ejemplo, el análisis de lo comunitario desde distintas ramas de las ciencias sociales, tal es el caso de la antropología, la sociología, el trabajo social, la historia, o la psicología social. Mucho se ha dicho, pero nunca será suficiente para construir herramientas que le sirvan al pueblo para desarrollar y emprender la lucha de su propia liberación. En un texto titulado Introducción a la psicología comunitaria.Desarrollo conceptos y procesos (2004), de Maritza Montero encontramos en la introducción de éste texto un escrito de Isaac Prilleltensky el cual habla del bienestar y la justicia, la libertad y la igualdad, que aunque necesarias no son suficientes para la construcción de una sociedad buena. Éste autor plantea la necesidad que existe de entender el asunto de las necesidades individuales y colectivas, como una dialéctica en permanente sinergia. No puede sobreponerse una necesidad sobre otra, o anularla, lo individual y lo colectivo juegan un papel simbiótico de una relación que sin duda alguna puede ayudarnos a construir justicia. Textualmente el mismo autor afirma que: construir el bienestar como si fuese estrictamente psicológico sería equiparable hablar de alma sin cuerpo en tanto que definirlo como estrictamente comunitario sería equivalente hablar de culturas sin gente (P. 7).

Por tanto es necesario entender y comprender la sinergia que existe entre lo individual y lo colectivo. Individual, no desde la perspectiva individualista liberal, sino desde la concepción de la individuacion, desde la necesidad personal que cada sujeto tiene de forjar su identidad, y lo colectivo, no desde un colectivismo que anula la individualidad, lo colectivo, desde el trabajo consciente, grupal, para satisfacer necesidades humanas.

No podemos concebir el trabajo comunitario y la psicología comunitaria como un espacio para el asistencialismo, es necesario visualizar a estos procesos como potencia transformadora, herramientas para la toma de decisiones, potencia para la satisfacción de necesidades vitales. El trabajo comunitario en estos tiempos debe ser una herramienta para la emancipación, por eso hay que producir, por eso hay que organizarse, por eso hay que adquirir cada día más autonomía. De esta forma las viejas estructuras políticas no contaminarán los procesos sociales con sus viejas prácticas, con su clientelismo, con su compadrazgo, con su sectarismo y con las formas demagógico bajo las cuales conciben el poder.

¡Claro que podemos! es más, moralmente deberíamos decir, ¡Claro que debemos! no tendremos otra oportunidad, la lógica del capital pretende aplastar todo sueño comunitario, la lógica monopolista capitalista pretende anular cualquier proceso de construcción colectiva desde abajo y desde adentro. Para nosotros es importante levantar la bandera del trabajo y de la producción, también la bandera de la deconstrucción, de la crítica y de la transformación. Decía el comandante Chávez: los consejos comunales no pueden ser apéndices del partido. Los partidos políticos deberían estar al servicio del trabajo comunitario, del poder comunal, del poder popular, para que de esta forma podamos hacer sentido de una revolución que apenas está dando sus primeros pasos pero que ha avanzado mucho en conciencia, y que sin duda alguna merece la pena criarla, atenderla y formarla para que el día de mañana sea la mujer combativa, que dé al traste definitivo con este mundo que sólo le sirve a los intereses de unos pocos.

Nosotros nos vamos a encontrar en el trabajo nosotros, nos vamos a encontrar en el país que merecemos, para ello requerimos de un ejercicio tremendo de conciencia, para ello requerimos de la absoluta abolición de las viejas prácticas egoístas, sectarias y chismosas a la que nos acostumbraron los adecos, esos mismos que hoy se visten de rojo y tienen la revolución en la boca para enriquecer sus bolsillos con negocios turbios, a la sombra del poder.

Pan, paledonias y arepas con ternura para nuestro pueblo, para su alimento, para que luche, para que sueñe, para que ningún niño se acueste con la barriga vacía, pero también para que nosotros podamos medir la dimensión de la fuerza que radica en nuestro sujeto colectivo.

Nos cansamos de llorar y de pedir. Ahora nadie será capaz de arruinar el poder creador que se ha despertado.



martes, 9 de junio de 2020

Vuelta a la patria. Volver después de haber vivido en carne propia los rigores del mercado.

*Foto tomada de: https://www.telesurtv.net/news/venezuela-cifras-migrantes-nicolas-maduro-colombia-20180918-0046.html

Por: Carlos Rivas.


Ya sabemos, por experiencia propia, que los medio no son neutrales, y que se le da cobertura a una noticia siempre y cuando sea ésta beneficiosa para los propios intereses. El sensacionalismo y el juego con los sentimientos de la gente, es un discurso bien utilizado por los medios, con el firme propósito de posicionar tal o cual matriz de opinión, pero qué pasa cuando se invierte la fórmula, cuando la noticia da un vuelco trascendental, qué pasa cuando lo que nos había servido de insumo para la noticia ahora resulta ser todo lo contrario. Sencillo, hay silencio.

Esta situación descrita la podemos observar con una infinidad de ejemplos, sin embargo haremos un ejercicio sencillo con un caso particular: El tema de la migración en Venezuela. Sabemos que son múltiples los factores que han motivado a la migración en Venezuela, la crisis Económica, la precariedad en materia salarial, las perspectivas en cuanto a calidad de vida, pero por sobre todas las cosas las motivaciones inducidas por un sector político, a fin con la extrema derecha, que sentó la idea en un número importante de la población, de que quedarse en Venezuela era un sin sentido, que en éste país no había futuro y en consecuencia lo mejor era migrar, buscar futuro en sociedades, en las que se privilegiara el libre mercado, lugares en los que "la libertad campea y la democracia es pura" (no decimos pura paja, para no manchar el escrito).

Queremos dejar claro algo, antes de proseguir con éste texto: con estas líneas, no pretendemos hacer ningún juicio de valor con relación a la migración en Venezuela, pues la entendemos como un derecho, la gente debe vivir dónde se sienta mejor, dónde crea que tendrá un futuro realizable según las expectativas de movilidad social. Sin embargo es cuestión de paradigmas. Qué modo de vida aspiramos, cuál es el país que queremos, hacia dónde queremos enrumbar nuestro futuro. ¿Nuestra cotidianidad se ve satisfecha en la medida que tenemos acceso al mercado de bienes y servicios? Ese debate no se está dando en nuestro país, y a nuestro juicio debe ser público, que participen personas de diferentes edades y diversos estratos sociales.

Continuamos. Cosa que abunda en los pueblos, y no estoy exagerando, es la solidaridad, la posibilidad siempre de tender una mano amiga a quien lo necesita, lo hemos vivido y lo hemos practicado por lo menos desde el 2015, esa ha sido la práctica del Venezolano desde siempre, pero más aún desde que se ha agudizado la crisis económica que impacta la cotidianidad del Venezolano. La política de los CLAP's es un ejemplo de ello, esfuerzos enormes se hacen para garantizar alimento a comunidades enteras, sin distingo de color político, dejando claro la corresponsabilidad que implica tener vocerías de alguna estructura organizativa comunitaria. Otros ejemplos como los comité de prosumidores, vecinos que se juntan para adquirir rubros alimenticios de diversa índole, para luego ser distribuidos entre los vecinos asociados, todo a un precio módico evitando a toda costa caer en manos del mercado especulativo, dan cuenta de nuevos procederes frente al mercado.

Pareciera que todo este asunto de la Covid-19, nos tocó, llegó y ya teníamos una preparación previa importante en cuanto a lo organizativo. Estamos curtidos en materia de situaciones difíciles, sabemos como sobre llevar las dificultades, y en ese andar nos encontramos con la pandemia de mayor impacto en el siglo XXI.


Los Medios y los vaticinios agoreros:


El 2020 inició, y sectores reaccionarios de la política nacional, se frotaban las manos anunciando por un lado la suma de 4.9 millones de migrantes y refugiados, afirmando tajantemente de que en el transcurso del primer mes del año, Venezuela sobrepasaría los 5 millones de migrantes. Ese ha sido el discurso de la "preocupación lastimera" de un banda delictiva que esconde sus verdaderos intereses tras la política, para hacerse de recursos, dilapidarlos y despreciar a quienes desde la subalternidad han hecho eco de los postulados de las clases dominantes. Han utilizado una terminología que les ha dado múltiples ganancias, tal como ha sido la denominación de refugiados, la cual les ha servido para -mal- administrar importantes sumas de dinero que van a parar en la compra de apartamentos lujosos en diferentes ciudades de Latinoamérica, bacanales a todo trapo y lujos considerados "gastos operativos" para su modo de vida jactancioso.

Todavía en Febrero del año 2020, vaticinaban una catástrofe migratoria que nunca llegó. Apoyados en supuestos informes de las Naciones Unidas, algunos portales web anunciaban que en el 2020, la crisis migratoria venezolana se profundizaría, en este caso se auguraba una crisis migratoria de dimensiones inimaginables, se hablaba de "6.5 millones" de migrantes venezolanos para el primer tercio del año. Nostradamus parecía quedarse sin trabajo, pues estos "analistas" "daban en el clavo" cuando exponían sus números.

El canciller Colombiano Carlos Holmes Trujillo, quien ha demostrado no saber nada de Derechos Humanos, afirmaba en dicha nota de prensa que la migración Venezolana era la segunda después de la de Siria, y claro que ésta era culpa del régimen revolucionario que perseguía a los ciudadanos y bla bla bla. El señor de cuello blanco, Smolansky manejaba números más escandalosos, éste hacía mención a 7 millones de migrantes Venezolanos para mediados del 2020. Círculos de paja correrían por las calles de las ciudades venezolanas.

Lo que sí parece cierto es que en dichas estadísticas migratorias entran quienes, por distintas cuestiones, van y vienen diariamente a Colombia, sus perros y sus gatos. Las cifras también tienen sus usos y manejos políticos, sobre todo cuando de su manipulación a discreción se pueden obtener recursos económicos. De ahí que el mismo Smolansky hable de 40 mil personas que cruzaban el puente internacional Simón Bolívar diariamente. Sin saber para qué, nomás importaba el número de ida, ya el de retorno era innecesario contabilizarlo.

Lo cierto es que el incentivo migratorio y el manejo a discreción de las cifras con respecto al tema ha sido bastante lucrativo para una camarilla vestida de opositores políticos al proyecto revolucionario. 50 millones de Euros aportados por España, 170 Millones de Euros aportados por La Unión Europea, 52 Millones de Dolares entregados por los Estados Unidos, dan cuenta de un jugoso negocio a costa de promesas falsas propiciadas por los paladines de la "democracia" Venezolana, quienes meten en las estadísticas abultadas a un poco de gente que no recibe ni las miradas de desprecio que dichos "dirigentes" están acostumbrados a proporcionar a los pobres, porque nunca les ven la cara. Es más se afirma descaradamente que: La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) informó que el financiamiento que ellos han aportado, ha sido destinado a medios independientes, la sociedad civil, el sector de la salud, pago a diputados y miembros de la Asamblea Nacional de Venezuela. La plata es para ellos, para los políticos promotores de "la desgracia Venezolana", los migrantes que se resuelvan como puedan, las cámaras y el show es para recibir dinero, para estos mercaderes de la política, los migrantes seguirán siendo solo números. Asombra, pero la verdad está saliendo a flote, y la estela que ha dejado este sector político identificado con la derecha más rancia, es de decepción, frustración y desesperanza entre sus filas.


Las predicciones se derrumbaron, ahora la realidad es otra.


Resultó ser que llegó la pandemia y mandó a parar. La crisis sociopolítica en las sociedades neoliberales era inminente, el desgaste social ya venía causando estragos en países como Colombia, Ecuador, Perú y Chile, la protesta social se hacía cada vez con mayor fuerza, y nuestros connacionales, que migraron con la única intención de trabajar para abrirse nuevos horizontes sentían en carne propia los rigores de una lógica que no perdona la morosidad ni la pobreza. Xenofobia, explotación, vejaciones, desalojos, despidos, han sido algunos de los azotes que han sufrido los migrantes venezolanos, quienes están atravesando una verdadera crisis humanitaria, por la falta de solidaridad y de atención a necesidades mínimas, recordemos que no todos ni todas se han topado con buenas voluntades, expresiones de solidaridad, que hay que decirlo abundan en esos territorios. El asunto es que de todas las cifras dichas, ninguna ha cumplido su vaticinio, y la tortilla se volteó, ahora regresan a su país porque no consiguen empleo, regresan porque la promesa Neoliberal sencillamente es irracional, es insoportable para la vida, es segregacionista, es competitiva e individualista al extremo. Recientemente cifras oficiales hacen mención de 55 mil connacionales que han regresado, en un flujo permanente de personas que vuelven al país desde varios destinos, entre los que cuentan Colombia, Brasil, Ecuador, Perú, Chile y algunas islas del Caribe. Lamentablemente queda develado que los intereses de los medios que daban cobertura a la migración venezolana, no eran otros que darle legitimidad y argumento al financiamiento extranjero, para luego hacerse de éste y dilapidarlo tal y como lo han hecho los voceros que hoy por hoy representan las conductas más deplorables que político alguno haya acometido en historia venezolana.

La gente regresa en bus o a pie si es necesario, estafada y abandonada por quienes les aseguraron que fuera de nuestras fronteras había un mejor futuro. Es más, este asunto del retorno al país ya venía ocurriendo desde finales del 2019, claro sin recibir atención mediática alguna, incluso algún vocero de la oposición en ese mismo momento del año pretendió hacer un llamado de atención a quienes retornaban a Venezuela, calificándolos de débiles y conformistas.

A través del Plan Vuelta a la patria, el Gobierno Revolucionario ha hecho un despliegue para la atención de todos los connacionales que hoy vuelven al país, mientras los voceros de la "desgracia" se gastan los dolares y Euros, que en algún momento denominaron ayuda humanitaria y que fueron transformados en ayuda imaginaria, pues la gente de a pie no le ha visto la cara a ninguno de esos centavos. El plan Vuelta a la patria suma voluntades, en ese sentido las organizaciones de base hacen lo suyo para practicarle las pruebas rápidas a los recién llegados a las comunidades, brindarles apoyo y atención inmediata. Las fuerzas sociales se mueven por todo el país para atender a los connacionales que regresan a la patria.

Los muy mentirosos medios financiados desde la USAID y otras organizaciones internacionales, quieren hacer entender a la población, que el retorno de los venezolanos es a causa de la pandemia del Coronavirus únicamente, cuando no es así, digamos que la Covid-19 es una de las razones, sin embargo de fondo está lo inhumano del neoliberalismo, lo inoperante que se ha convertido vivir en las sociedades de Mercado, y que con todo éste proceso queda demostrado que nada es más inaguantable que el individualismo exacerbado de las sociedades en las que se priva el mercado.

Ya para cerrar es necesario comprender, que en Venezuela existen libertades, al mejor estilo del libre mercado, que en todo caso, si la gente emigra no lo hace a causa del socialismo, o de cualquier sistema anticapitalista que esté oprimiendo a los seres humanos de esta patria, si lo hace es por razones de precariedad que el capitalismo ha generado. Es la propia dinámica especulativa del mercado la que genera la inflación, el ataque a la moneda, la producción sin planificación. Son esas aspiraciones sin fondo de la cultura burguesa las que sumergen en la miseria al pueblo, por ello es necesario un replanteo de los andares.

Ahora que retorna bastante gente, con el aprendizaje adquirido de los que fueron, vivieron y vieron otras realidades, y de los que se quedaron luchando por el país, estamos seguros que puede consolidarse un potencial transformador, que brinde garantías a las necesidades reales de gente, que planifique el trabajo y la producción, y ponga en el horizonte la libertad plena del ser humano. Si de todo este andar no aprendemos y no crecemos como pueblo, es mejor decirle a Trump que venga con sus mercenarios y nos termine de exterminar definitivamente de la faz de esta tierra de gracia.