sábado, 28 de mayo de 2016

Una aventura comunera (I)


Por Xavier Rodríguez (Vocero Casa del Costurero)

Hace unos años me invitaron a participar en unos encuentros monte adentro. En el corazón rural de una Mérida, donde me decían que la gente venía hilando un tejido social, juntándose para construir organización. Entusiasmado con conocer a esa gente, con pocos datos sobre los mencionados, pero con unas fechas precisas en el cronograma, nos dispusimos a visitar la población de Mesa Bolívar para el séptimo encuentro de un movimiento de invisibles.



La invitación nos llegó en medio de los debates calientes de la EPC1.


El loguito diseñado por la gente del Comando Creativo, mil abrazos y mil gracias!!!



Cuando digo invisibles me refiero a una comunidad de venezolanos y venezolanas afines al proyecto comunal, mediáticamente opacados o fuera del foco de los grandes relatos periodísticos a los que nos han acostumbrado. Estos invisibles, sin embargo, son constructores de poder. Lo cual me hace recordar las palabras de LeonardoBoff cuando dibuja esa figura donde varias manos se entrelazan, buscando ayudarse entre sí, solidariamente, como el que comparte la fuerza que se va amasando. Muchos pares de manos suman, además, varios miles de pies, que caminan, incluso desde el anonimato hacia el horizonte común.



En Mesa Bolívar dicen que se disfruta de la oscuridad, ya que una vez al año al caer la tarde, todas las luces eléctricas se apagan y el cielo se colma de fuegos artificiales, le llaman la festividad del Apagón, y contrario al conductismo de la vida moderna, esta gente disfruta del teatro de sombras al calor de las velitas y mecheros.


Mesa Bolívar


Esta tierra rica en producción cafetalera nos recibió un mes de marzo en la escuela básica del poblado, donde se desarrollaron varias mesas de trabajo simultáneas para edificar las diversas aristas del entramado comunal. Nosotros dimos nuestro aporte a una mesa que en principio era de telecomunicaciones, pero que la dinámica asamblearia terminó por instituir como de formación y comunicación. Nuestro aporte desde entonces ha sido caminar juntxs realizando distintas cayapas comunicacionales2. Y claro que pusimos varias manos en esa brega, nos pusimos a la orden, acompañándonos en días y noches de construcción, en soles y lunas donde el niño y el viejo, la campesina y el activista se fueron descubriendo, encomunad@s.

Por aquellos días arreciaba la desaparición de productos en los anaqueles de los supermercados, hablo del 2014, año aciago en lo mediático, pero reconfortante en lo organizativo, en lo real. Y sin embargo, estábamos en mitad de toneladas de alimentos, producidos por las manos de estos seres invisibles que nos alimentaban y nos igualaban sin distinciones de ningún tipo. Recuerdo que se grabaron a estxs compañerxs y se produjeron este y este corto donde su reclamo se volvía posible.


Emergía, por momentos, un país que asegurarás conoces, porque quizás has mirado sus paisajes, y has estado en su geografía, como quien transita detenidamente. Pero que para efecto de la mediática trasnacional carece de relevancia, sencillamente no existe.

Ese país cuenta la historia de unas miradas que emergen desde espacios diversos de resistencia. Resistencia ante el mal gobierno, ante el vasallaje histórico, ante el imperialismo, ante el neoliberalismo depredador, ante quienes buscan truncar las iniciativas de organización en el pueblo, incluso, ante nuestros vicios culturales más arraigados.




1 La Escuela Popular de Comunicación, totalmente al margen de la legalidad, surgida en el corazón del Barrio Santa Elena de la ciudad de Mérida. En los espacios de una casa tomada por el pueblo organizado, conocida como el Costurero, la Casa de los Sueños Emancipatorios. Allí, según mentaban las malas lenguas, dizque estaban construyendo poder popular. La escuela, en ejercicio actualmente, funciona como punto de encuentro de personalidades y colectivos ligados al andar comunicacional, desde un enfoque liberador, con un énfasis en la producción cooperativa. Mucha gente ha pasado por estas aulas abiertas, desde que los compas de Tatuy Tv nos invitaron a formar parte de este experimento.


2 Cayapa comunicacional: Proceso de educación popular en un territorio determinado, que busca compartir saberes y experiencias en medios comunitarios, alternativos o populares, que se traduzcan en productos comunicacionales concretos, micros radiales, notas de prensa, fotografías, videos, radio bocina, entre otros. La construcción de varias cayapas ha permitido conformar una red de reporteros en distintos corredores comunales del Estado Bolivariano de Mérida. Su expresión más inmediata es el programa radial llamado Común Red Comunal de Noticias transmitido por 13 emisoras radiales.

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