Desde que se hiciera público las intenciones del estado venezolano de hacer explotación minera al sur del país, se ha generado un ruido tremendo dentro de la militancia revolucionaria en torno a la viabilidad y desarrollo del proyecto Arco Minero del Orinoco. Las opiniones corren en todas las direcciones, desde los más sesudos pensadores hasta el flujo de conversas por las redes sociales, como quien ha abierto una caja de Pandora difícil de clausurar. Desde la Casa del Costurero, conscientes de la complejidad del tema, observando la poca generación de espacios para el debate, nos dedicamos a seguir y leer las impresiones y opiniones necesarias, que evidencian los matices en torno al tema. Así que convocamos a que nos etiquetaran quienes quisieran sumarse al debate y hemos seleccionado un extracto de las opiniones más interesantes al respecto. No pretende ser un mero ejercicio de contemplación, sino un llamado abierto y colaborativo que permita generar un Foro real en los espacios de la Casa y de la Plaza Miranda de Santa Elena. Un debate abierto, sin pruritos, sin sentimentalismo, sin el maniqueismo propio de la opinión pública, en fin, un generador de insumos para la conversa necesaria para el ciudadano de a pie, desde y para el movimiento popular, comunas, consejos comunales, colectivos y organizaciones. Un debate de altura, desde abajo.
Edgar Gutiérrez:
Franco Vielma:
En respuesta a la postura de Vielma, comenta Hassan Akram:
En otro momento, Vielma retoma el tema, esta vez haciendo referencia al planteamiento contenido al Plan de la Patria:
Rodrigo Acosta:
Cerramos con una opinión de Edgar Gutiérrez:
1) Un asunto centralísimo a discutir lo planteó por allá arriba Edgar Gutiérrez: si nos asumimos o suponemos anticapitalistas, ¿cómo puede agradarnos una maniobra de sobrevivencia de la Revolución en la que nos aferramos a un espantoso mecanismo del capitalismo industrial? 2) Es mentira que la minería ilegal sólo se puede combatir administrándola y sustituyéndola por una estructura legal. No quiero insultar la inteligencia de ustedes poniéndome a explicar por qué. Sólo comentaré que, si es minería, ya es una catástrofe, con papeles en regla o sin ellos. 3) Yo, que no soy hippie y lo de pachamamero se me da bastante mal, apoyaría y defendería el proyecto Arco Minero INCLUSO si la sobrevivencia de la Revolución pasara por estos requisitos: la explotación de territorios hasta ahora vírgenes, la destrucción de áreas cerca del Orinoco con el consecuente debilitamiento de su cuenca, y la liquidación de lo que queda de dos o tres formas culturales que desaparecerán cuando los jóvenes guajibo, curripaco y pemón se enamoren locamente del dólar fácil y la riqueza instantánea en las minas. Repito: incluso a ese precio un maldito cínico (como me estoy asumiendo) pudiera observar que vale la pena jugársela para financiar la Revolución. Pero la sucia realidad es que el Arco Minero no servirá para sostener ni financiar ni relanzar a la Revolución ni a la Quinta República, sino a la Sexta (porque esa viene). Es mentira que si entra el chorro de dólares que se supone que entrará al país por concepto de explotación minera, entonces el chavismo volverá a ganar elecciones y la Revolución seguirá contando con una referencia geoestratégica en una Venezuela chavista. Dicho en lenguaje más grosero o irresponsable: al refrendar y emitir el ejecútese al Arco Minero lo que estamos es regalándole al gobierno post-chavista (porque éste viene) su fuente de ingresos más sólida y su arma económica más poderosa. A dejarnos de mariquerías: ni el Arco Minero ni la subida del precio del petróleo ni nada va a lograr a estas alturas que el chavismo siga gobernando a Venezuela más allá del 2019
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